La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, afirmó el domingo que la economía estadounidense está desacelerando, pero señaló que la buena marcha de las contrataciones es una prueba de que aún no está en recesión.
Yellen hizo sus comentarios en el programa “Meet the Press” de la cadena NBC, antes de que la próxima semana empiecen a publicarse una serie de informes que arrojarán luz sobre una economía actualmente asediada por una inflación galopante y amenazada por la subida de las tasas de interés. Los informes abarcarán las ventas de viviendas nuevas, la confianza de los consumidores, los ingresos, el gasto, la inflación y la producción general.
El informe más destacado será probablemente el jueves, cuando el Departamento de Comercio publique su primera estimación de la producción de la economía en el trimestre abril-junio. Algunos economistas pronostican que podría mostrar una contracción por segundo trimestre consecutivo. La economía se contrajo un 1,6% en el trimestre enero-marzo.
Dos lecturas negativas consecutivas se considera una definición informal de recesión, aunque en este caso los economistas creen que es engañoso.
Por ejemplo, la Oficina Nacional de Investigación Económica —un grupo de economistas sin ánimo de lucro— define una recesión como “un descenso significativo de la actividad económica que se extiende por toda la economía y dura más de unos pocos meses”.
Yellen argumentó que gran parte de la economía sigue siendo saludable: El gasto de los consumidores está creciendo, las finanzas de los estadounidenses, en promedio, son sólidas, y la economía ha añadido más de 400.000 empleos al mes este año, una cifra robusta. La tasa de desempleo es del 3,6%, cerca de un mínimo de medio siglo.
“Tenemos un mercado laboral muy fuerte”, dijo Yellen. “Esta no es una economía que esté en recesión”.
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— Diario La Hora (@lahoragt) July 24, 2022
Aun así, Yellen reconoció que la economía está “en un periodo de transición en el que el crecimiento está disminuyendo”, comparado con el ritmo de 2021.
Dijo que esa desaceleración es “necesaria y apropiada”, porque “necesitamos estar creciendo a un ritmo constante y sostenible”.
Un crecimiento más lento podría ayudar a reducir la inflación, cuya tasa actual de 9,1% es la más alta en dos generaciones.
Sin embargo, muchos economistas creen que se avecina una recesión, ya que la inflación está mermando la capacidad de gasto de los estadounidenses, y la Reserva Federal está elevando rápidamente el costo del crédito. La semana pasada, los economistas del Bank of America se sumaron al coro de analistas que pronostican una “recesión leve” para este año.
Y Larry Summers, secretario del Tesoro con el presidente Bill Clinton, dijo el domingo en el programa “GPS” de la CNN que “hay una probabilidad muy alta de recesión”, ya que la Reserva Federal eleva las tasas de interés para combatir la inflación. Esos mayores costos del crédito tiene como fin reducir el gasto de los consumidores en viviendas y coches, y frenar el endeudamiento de las empresas, lo que puede provocar una recesión.