En medio de una inflación galopante y con las arcas de los estados llenas de dinero, gobernadores y legisladores en todo Estados Unidos estudian una solución relativamente sencilla para aliviar los problemas de la gente a la hora de pagar la gasolina y los alimentos: darles dinero.
Al menos una docena de estados han propuesto enviar cheques de reembolso de algunos cientos de dólares directamente a los contribuyentes, entre ellos California, Kansas y Minnesota. Los detractores de la propuesta, que incluyen muchos legisladores republicanos, dicen que esos cheques no bastan, dada la tasa de inflación, y proponen en cambio recortes permanentes a los impuestos.
Una de las propuestas más generosas es la de la gobernadora de Maine, Janet Mills, en un estado donde los precios de alimentos y combustibles se han ido por las nubes en los últimos meses. La gobernadora demócrata quiere enviar 850 dólares a la mayoría de los habitantes como parte del presupuesto estatal.
El reembolso «ayudará a los habitantes de Maine a afrontar el aumento de los costos al poner dinero directamente en sus bolsillos», dijo Mills.
Pero Wendell Cressey, un buscador de almejas en Harpswell, dijo que el cheque será apenas un alivio temporario ante el aumento de los combustibles.
«Ayudaría un poco, pero tendría que ser mucho mayor porque pagamos la gasolina. La mayoría de nosotros tenemos camiones V-8», dijo Cressey. «No creo que nos ayude tanto como ellos creen».
Además de los reembolsos directos, legisladores y gobernadores estudian recortes a los impuestos sobre las ventas, las propiedades y recortes o suspensión de los impuestos estatales sobre la gasolina.
Muchos estados tienen las arcas repletas debido a los miles de millones de dólares de ayuda federal por la pandemia y los ingresos por impuestos. Al mismo tiempo, la guerra en Ucrania ha elevado aún más los precios de combustibles y otros artículos básicos.
No es casual que se hable de esto en un año de elecciones, dijo Mark Brewer, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Maine. La campaña por la gobernación de Maine está entre las contiendas estatales más observadas del país.
La inflación este año ha aumentado casi 8% con respecto al año anterior. Es el aumento más alto desde 1982.
