La economía estadounidense creció a un ritmo anual de 2,3% en el tercer trimestre del año, levemente mejor a lo calculado inicialmente, informó hoy el Departamento de Comercio. Sin embargo, hay ciertas dudas sobre las perspectivas de un repunte rápido debido al surgimiento de la contagiosa variante ómicron del coronavirus.
El producto interno bruto de Estados Unidos —la producción total de todos los bienes y servicios originados en el país— fue en el período julio-septiembre mayor al cálculo hecho el mes pasado de 2,1%.
El buen desempeño respondió principalmente a un gasto del consumidor mayor a lo esperado y a un mayor aumento de los inventarios por parte de los negocios.
La tendencia ocurre después de un crecimiento vertiginoso a inicios de año, cuando la economía estadounidense empezó a recuperarse de la pandemia. El crecimiento fue de 6,3% en el primer trimestre y de 6,7% en el segundo, pero el repunte se enfrió en el verano al surgir la variante delta del coronavirus.
Ahora que ha surgido la nueva variante ómicron, además de una mayor inflación y las interrupciones en las cadenas de suministro, el panorama económico a futuro luce más incierto.
Tales temores han provocado altibajos violentos en la Bolsa de Valores, aunque la creencia de que los riesgos de la ómicron serán manejables provocó un repunte de 560 unidades en el promedio industrial Dow Jones hoy.
Sin embargo, varios economistas creen que es demasiado pronto para desestimar totalmente las amenazas presentadas por la nueva variante.
«La historia se repite: el virus del COVID está reapareciendo y frustrando las perspectivas económicas», declaró Sung Won Sohn, profesor de economía de la Universidad Loyola Marymount.
La firma Oxford Economics redujo su pronóstico de crecimiento económico para el trimestre en curso, de 7,8% a 7,3%, aunque seguiría siendo un aumento considerable con respecto a la cifra del tercer período.
Kathy Bostjancic, economista de Oxford, afirmó que no solo el COVID sino también las reducidas posibilidades de que sea aprobado el plan de inversión pública del presidente Joe Biden han llevado a la firma a reducir sus proyecciones de crecimiento económico.