El fondo de pensiones más grande de Holanda anunció hoy que dejará de invertir en empresas que producen combustibles fósiles y señaló que la decisión, reclamada desde hace años por muchos miembros del fondo, se debía a reportes climáticos recientes de Naciones Unidas y la Agencia Internacional de la Energía.
El fondo ABP es un adinerado e influyente inversionista que gestiona los ahorros para la jubilación de más de 3 millones de trabajadores holandeses de educación y del gobierno. Tiene unos 15,000 millones de euros (17,400 millones de dólares) invertidos en la producción de combustibles fósiles, casi el 3% de sus activos.
La responsable de clima y energía en la delegación holandesa de Greenpeace, Faiza Oulahsen, describió la iniciativa como «una noticia fantástica en la lucha contra la crisis climática» y dijo que quería que sentara un precedente.
«Este paso de ABP es extremadamente importante y deja claro una vez más que la era del carbón, el petróleo y el gas está acabando», dijo Oulahsen. «Abandonar los combustibles fósiles es la única respuesta lógica a las advertencias de los científicos. También esperamos este paso de otras instituciones financieras, grandes contaminantes y gobiernos».
El anuncio llegó unos días antes de la cumbre climática de Naciones Unidas conocida como COP26, que se celebra en Glasgow. Muchos activistas medioambientales, legisladores y científicos ven la reunión entre el 31 de octubre y 12 de noviembre como una oportunidad importante e incluso crucial de conseguir compromisos concretos para alcanzar los objetivos marcados en el Acuerdo Climático de París de 2015.
«Queremos contribuir a minimizar el calentamiento global a 1.5 grados Celsius. Grandes grupos de participantes en pensiones y empleadores indican lo importante que es esto para ellos», indicó en un comunicado la presidenta de la junta de ABP, Corien Wortmann.
«La junta de ABP ve la necesidad y urgencia de un cambio de rumbo», añadió. «Nos apartamos de nuestras inversiones en productores de combustibles fósiles porque vemos una oportunidad insuficiente para nosotros como accionistas para presionar por la aceleración, necesaria y significativa, de la transición energética en estas compañías».
El fondo dijo que invertiría en sectores que hacen un importante consumo de combustibles fósiles –compañías energéticas y los sectores automotriz y de aviación– y utilizaría su influencia como inversionista para «instar a las compañías que utilizan combustibles fósiles a volverse más sostenibles».
La institución indicó que retiraría sus inversiones en combustibles fósiles de forma gradual, y esperaba haber vendido la mayoría para el primer trimestre de 2023.