El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, pidió a los países más desarrollados del mundo que asuman y contrarresten las crecientes brechas entre ricos y pobres.
Ante la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en París, afirmó que el coronavirus y el cambio climático han agravado la desigualdad entre las naciones y dentro de ellas, y que es preciso actuar para revertir la tendencia.
Además de hacer frente a estas dos amenazas, dijo que frenar la evasión fiscal de las empresas y acabar con la discriminación hacia las mujeres y las minorías es fundamental para mejorar las condiciones de vida en el mundo.
En una conferencia de la OCDE sobre el clima y la seguridad, Blinken afirmó que el gobierno de Biden se ha comprometido a abordar las causas profundas de la inequidad y la desigualdad. Sus comentarios se produjeron en un momento en que el presidente Joe Biden está luchando por conseguir la aprobación en el Congreso de importantes iniciativas destinadas a ello.
«Los datos son muy claros: tanto la pandemia como la crisis climática afectan más a las poblaciones marginadas de nuestras sociedades», dijo Blinken. Instó a los miembros de la OCDE –que se creó a partir del Plan Marshall posterior a la Segunda Guerra Mundial, el cual reconstruyó gran parte de la Europa devastada por la guerra– a analizar su propia culpabilidad en la situación.
«Todos tenemos cierta responsabilidad en esto», dijo Blinken. «Durante décadas, nuestros países miembros han medido el éxito económico principalmente en términos de aumento del PIB (Producto Interno Bruto) y de los mercados de valores, que no reflejan la realidad de millones de familias trabajadoras. Por el contrario, nuestro crecimiento sin precedentes ha estado acompañado, a menudo, de un aumento de la desigualdad».