La Unión Europea postergó sus planes de aplicar un impuesto a las transacciones digitales a fin de concentrarse en la redacción de la histórica decisión sobre gravámenes tomada por el Grupo de los 20 el fin de semana, informaron funcionarios hoy.
Enfrentada a las críticas estadounidenses, la Comisión Europea afirmó que suspenderá por los momentos su trabajo en los impuestos a las compañías tecnológicas norteamericanas, a fin de permitir una mayor cooperación en la superación de obstáculos políticos y técnicos relativos a la decisión del G20 antes de fines de octubre.
«Terminar esto exitosamente requerirá un esfuerzo final por parte de todos, y la Comisión Europea está decidida a enfocarse en dicho esfuerzo», declaró el portavoz de la UE Dan Ferrie.
«Por tal razón, hemos decidido suspender temporalmente nuestro trabajo en la propuesta del impuesto digital como nuevo recurso de la UE durante ese lapso», agregó.
Los ministros de finanzas de los 20 países más industrializados aprobaron un impuesto corporativo mínimo de 15% con el objetivo de desalentar el uso de paraísos fiscales.
La propuesta, sin embargo, encara obstáculos políticos y técnicos antes de poder ser implementada. Los detalles serán finiquitados en las semanas próximas en una reunión de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en París, tras lo cual tendrá lugar la aprobación oficial por parte de presidentes y primeros ministros en Roma el 30 y 31 de octubre.
A partir de ahí cada país tendrá incorporar el impuesto en su propio código legal. La idea es que el país sede aplique el gravamen a los ingresos extranjeros de una corporación si esos ingresos van libres de gravamen en otro país. Ello privaría a las compañías del incentivo de usar complejos artilugios de contabilidad para transferir sus ingresos a países de bajos impuestos donde tienen escasos negocios.
La UE también está tratando de concentra esfuerzos en compañías que reportan ganancias donde no tienen presencia física, como por ejemplo mediante publicidad digital o ventas por internet. Varios países, encabezados por Francia, han empezado a aplicar un impuesto digital que afecta a las grandes compañías tecnológicas como Google, Amazon y Facebook.
Estados Unidos denuncia que tales medidas constituyen prácticas comerciales injustas y ha amenazado con tomar represalias en la forma de aranceles.
El anuncio de la Comisión Europea surge en momentos en que la secretaria del Tesoro estadounidense Janet Yellen se reúne con sus partes de la eurozona y otros funcionarios de la UE.