El delantero sueco Zlatan Ibrahimovic durante el partido contra Kosovo por las eliminatorias mundialistas, en Pristina, Kosovo. Foto la hora: Visar Kryeziu/AP

POR STEVE DOUGLAS

AGENCIA AP

Dos partidos. Tres asistencias. Seis puntos.

El regreso de Zlatan Ibrahimovic al fútbol internacional ha sido hasta ahora un éxito resonante para la selección de Suecia, aunque el delantero del Milan no anotó goles en las victorias ante Georgia y Kosovo por las eliminatorias de la Copa del Mundo.

Con 39 años a cuestas, Ibrahimovic no depende tanto del aporte goleador en este momento de su carrera. Se ve como un mentor para una nueva camada de delanteros suecos, con Alexander Isak a la cabeza.

«Lo que les he dicho ha sido: ‘No tengo que hacer los goles, yo voy a ayudarles a hacerlos», dijo Ibrahimovic, quien ha dejado de ser el eje absoluto del ataque sueco como solía serlo antes de su retiro internacional en 2016.

El temor que el regreso de Ibrahimovic alteraría la cohesión dentro del combinado ha resultado ser infundado. Suecia le ganó 1-0 a Georgia en el debut y goleó de visitante 3-0 a Kosovo el domingo.

Se aproximan pruebas más exigentes para los suecos en las eliminatorias– notablemente el choque en casa contra España en septiembre –pero el técnico Janne Andersson está encantado con Ibrahimovic y el cómo ha encajado en el equipo.

Ibrahimovic, quien recibirá descanso en el amistoso contra Estonia el miércoles para dosificarle, jugó en dupla con Isak –el atacante de 21 años– en los dos primeros partidos de las eliminatorias. A Isak le tocó correr más al jugar por las bandas y retroceder al mediocampo para ayudar en tareas defensivas, dejando a Ibrahimovic adelante para abrir espacios.

La presencia de Ibrahimovic dentro del área chica rival fue notable al emplear su estatura y control del balón para absorber marcas. Fue claro que seguía al pie de la letra el plan táctico de Andersson.

Así se originó el gol de Viktor Claesson para vencer a Georgia, elaborado tras un balón en profundidad que Ibrahimovic amansó y luego redireccionó al corazón del área. El primer gol ante Kosovo fue obra de Ludwig Augustinsson luego que Ibrahimovic le puntease el balón en forma acrobática.

Su pase rasante a Isak permitió al delantero de la Real Sociedad marcar el segundo tanto en el primer tiempo. Con Ibrahimovic en la banca, Sebastian Larsson anotó de penal para el 3-0 definitivo.

También está el impacto del liderazgo del goleador histórico de Suecia y posiblemente el mejor futbolista en su historia.

Ello insinúa cuál será el papel de Ibrahimovic con miras a la Eurocopa.

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