Por JENNA FRYER
DAYTONA BEACH, Florida, EE.UU.
Agencia (AP)
Michael McDowell atravesó a toda velocidad la zona de un choque para ganar el Daytona 500, cortando una tacha de 0-357 al tiempo que dejaba atrás un amasijo de autos.
McDowell lideró sólo la vuelta final -en realidad, ni siquiera en parte- después de que Brad Keselowski chocara con su compañero Joey Logano cuando los pilotos de Team Penske competían por el liderato.
McDowell mantuvo la velocidad y pasó junto a los coches que seguían girando sin control para ponerse en cabeza y alzarse con la victoria cuando la NASCAR puso fin a la carrera por seguridad.
Tras el paso de McDowell se desató el caos, con una enorme pila de autos que no lograron evitar a Keselowski y Logano. Las colisiones se fueron encadenando y varios autos empezaron a arder por el Circuito Internacional de Daytona mientras terminaba la carrera el lunes de madrugada, casi nueve horas después de que comenzara.
McDowell, un piloto de Arizona de 36 años, comenzó la carrera con las apuestas 100-1 en su contra y parecía no creérselo tras ondear su primera bandera de ganador.
Una demora de casi seis horas por la lluvia hizo que la carrera acabara de noche y bajo los focos, aunque casi sin la mitad de la pista. Un accidente de 16 autos cuando llevaban apenas 15 vueltas – momentos antes de la lluvia- redujo el número de contendientes y planteó el duelo entre Kevin Harvick y Denny Hamlin.
Hamlin y Harvick tenían los dos mejores coches, pero su estrategia de paradas acabó con las opciones de Hamlin para ganar su tercera Daytona 500 y alcanzar un récord de tres victorias seguidas.
El actual campeón de la Copa, Chase Elliott, terminó segundo, y el ganador del Daytona 500 en 2018, Austin Dillon, fue tercero. Harvick llegó cuarto y Hamlin quinto, tras liderar 98 vueltas de la carrera.