Por DAVE SKRETTA
KANSAS CITY
Agencia (AP)
A los Chiefs de Kansas City les llevó cinco frustrantes décadas alcanzar su segundo Super Bowl.
Ahora, los campeones defensores se dirigen al duelo por el campeonato por segundo año consecutivo.
Sin mostrar ya ningún efecto de su conmoción cerebral, Patrick Mahomes destrozó la secundaria de Buffalo con una eficacia implacable para que los Chiefs vencieran 38-24 ayer a Josh Allen y a los Bills en el duelo por el campeonato de la Conferencia Americana.
Mahomes lanzó para 325 yardas y tres touchdowns, siendo sus receptores predilectos Travis Kelce y Tyreek Hill.
Los Chiefs enfrentarán dentro de dos semanas a un rival familiar: a Tom Brady y a los campeones de la Conferencia Americana, los Buccaneers, en Tampa, Florida.
«Simplemente fue confiar el uno al otro. Lo mejor de este equipo es que creemos los unos en los otros» dijo Mahomes, quien estaba lidiando con una lesión en un dedo del pie. «Pero el trabajo aún no acaba. Vamos a Tampa, vamos a tratar de volverlo a hacer».
Kelce terminó con 13 recepciones para 118 yardas y dos touchdowns, y Hill agregó nueve recepciones para 172 yardas, convirtiéndose en el primer dúo en la historia de la NFL con duelos consecutivos de al menos 100 yardas de balones recibidos por aire en una postemporada.
Clyde Edwards-Helaire y Darrel Williams agregaron dos touchdowns cortos por tierra para los Chiefs, que intentarán convertirse en la octava franquicia y el primer equipo desde los Patriots de Brady en el 2003 y 2004 en defender el trofeo Vince Lombardi.
«Estoy muy contento de poder hacerlo de nuevo», dijo el presidente de los Chiefs, Clark Hunt, cuyo padre Lamar fundó la franquicia. «He pensado mucho en mi padre esta noche, he pensado en mi familia y en lo emocionado que habría estado mi padre de que lo volvimos a hacer en el Arrowhead Stadium. Eso es lo que más le habría gustado», añadió.
Allen, que tuvo su peor encuentro de la temporada en la derrota de la semana seis ante los Chiefs, volvió a pasar apuros ante la veloz defensa de Kansas City. Terminó con 287 yardas por aire, dos touchdowns y una intercepción. Pero logró la mayoría de estos números cuando los Bills intentaban remontar un déficit de 38-15 en los minutos finales.
Su frustración se hizo evidente con 3:19 minutos de juego, cuando Allen estaba siendo capturado por Tanoh Kpassagnon. Alex Okafor terminó el derribo, y Allen le lanzó el balón a la cara en señal de indignación. Los linieros ofensivos Jon Feliciano y Dion Dawkins intervinieron rápidamente y derribaron a Okafor, lo cual derivó en un alud de penalizaciones por faltas personales.
«Obviamente hubo muchas emociones», comentó Allen. «Cada vez que no terminas la temporada con una victoria, ese es el tipo de emoción que vas a tener. La forma en la que terminó no me gusta, con lo desigual que fue. Estoy decepcionado de mí mismo. Dejé que mis emociones me afectaran. Así no se debe jugar fútbol americano».
Todo ello coronó una amarga derrota para los Bills, que llegaron a su primer partido por el campeonato de la AFC desde que derrotaron a Kansas City el 1 de enero de 1994. Habían ganado 11 de 12 enfrenamientos ante los Chiefs antes de la derrota esta misma campaña, de hecho, no habían estado abajo en el marcador en la segunda mitad de un partido desde la semana ocho y confiaban en que este año podría ser finalmente el que ganarían el Super Bowl.
En lugar de ello, después de que finalmente superaron a los Patriots en la División Este de la Conferencia Americana, los Bills encontraron un nuevo obstáculo en su camino al gran partido.
«Apesta luego de llegar tan lejos», comentó el entrenador de los Bills Sean McDermott, quien alguna vez trabajó para su contraparte de los Chiefs, Andy Reid, en Filadelfia. «A veces mientras más lejos llegues, más difícil es perder. Es una experiencia de aprendizaje para nosotros como una organización».
Por su parte, Reid señaló que estaba «orgulloso de estos muchachos». El entrenador acumula 17 triunfos en la postemporada y se ubicó junto con Joe Gibbs en el cuarto sitio de la lista de máximos ganadores.
«Hicieron un trabajo fenomenal y me quito el sombrero ante los Bills de Buffalo y el gran trabajo que hicieron todo el año, y sobre todo, escuchen, tenemos el trofeo Lamar Hunt de vuelta en Kansas City», comentó Reid.
«Ahora, tenemos que conseguir el grande», señaló.