BUENOS AIRES
Agencia (AP)
Gonzalo Montiel facturó un penal que destrabó en el segundo tiempo un partido de abundantes intervenciones del videoarbitraje y River Plate pegó el primer zarpazo en los cuartos de final de la Copa Libertadores al vencer ayer 2-0 a Nacional de Uruguay.
Un cabezazo de Bruno Zuculini puso cifras definitivas en los descuentos del enfrentamiento entre dos clubes históricos del fútbol sudamericano.
El VAR terció en los dos goles del equipo argentino.
La tecnología confirmó una mano del zaguero Mathias Laborda en el área, y Montiel convirtió impecable la pena máxima con un disparo a la derecha del arquero Sergio Rochet.
Más polémico fue el segundo tanto, ya que Zuculini pareció estar en posición adelantada cuando conectó de cabeza.
Fue el corolario de una noche de mucho VAR.
Sobre los 40 minutos, el árbitro colombiano Andrés Rojas pitó un penal inexistente de Agustín Oliveros contra Matías Suárez. El VAR confirmó la falta, pero el delantero colombiano Rafael Santos Borré malogró el cobro con un defectuoso remate que telegrafiado a las manos del arquero Sergio Rochet.
A poco de irse al descanso, Suárez creyó haber abierto el marcador con un zurdazo tras enganchar dentro del área. Pero la consulta del VAR determinó que el delantero había partido adelantado, por muy escasos centímetros, al recibir el balón.
La victoria sin encajar goles como local en El Cilindro de Avellaneda fue el mejor resultado posible para el Millonario de cara al choque de vuelta en Montevideo el próximo jueves.
«Ellos tendrán la obligación de salir a buscar un poco más adelante el partido», dijo Suárez.
El ganador de esta serie se las verá después con el triunfador del cruce entre Palmeiras y Libertad, que empataron 1-1 en la ida en Asunción y definirán el martes próximo en Sao Paulo.
River podría instalarse entre los cuatro mejores por cuarta edición consecutiva del máximo torneo de clubes de Sudamérica. También apunta a una tercera consagración en las últimas seis.
Bien ordenado, Nacional supo llegar con peligro al área chica de Marcelo Gallardo, el técnico de River que inició su carrera como estratega con el conjunto uruguayo a principios de la década pasada.
River adoleció de lucidez para complicar a los tres veces campeones del torneo, la última en 1988.
El trámite cambió tras el descanso, en el que los visitantes se fueron diluyendo. River creció, con Santos Borré, Suárez y Nicolás de la Cruz como hombres punzantes.
Con Rochet agigantado bajo los tres palos, Nacional pasó a defender una paridad que resistió hasta que Laborda estiró el brazo izquierdo para bajar un balón. Montiel, el lateral de la selección de Argentina, no perdonó en la segunda oportunidad desde el punto penal.
River insistió en ampliar la diferencia frente a un adversario más conforme en contraatacar. Y cuando todo parecía definido con una exigua ventaja, Zuculini apareció por el medio para cabecear a la red en el sexto minuto del tiempo añadido.