La argentina Delfina Pignatiello. Foto la hora: Fernando Vergara)/Ap.

Por JUAN ZAMORANO
LIMA
Agencia (AP)

Ganar en su debut un oro, en la prueba que no es su especialidad, fue un aliciente para la argentina Delfina Pignatiello. Algo así como romper con la presión.

Pignatiello se mostró más relajada ayer en su segunda salida a la piscina, para imponerse en la final de los 800 metros estilo libre y alzarse con su segundo oro en los Juegos Panamericanos.

“Tuve la suerte de haber debutado con una prueba que no es la principal mía, que son los 400 metros, fue así como romper la ola el primer día, ya que era una carrera en que tenía que ir un poco más fuerte”, dijo tras recibir su segunda presea dorada la flamante bicampeona albiceleste. “Hoy (estuve) más tranquila”.

La nadadora de 19 años ganó con autoridad en un tiempo de 8 minutos, 29,42 segundos, superando claramente a la estadounidense Mariah Denigan y a la brasileña Viviane Eichelberger.

Asimismo, la sudamericana rompió el monopolio de Estados Unidos, cuyas nadadoras habían ganado las tres anteriores finales en la noche.

La argentina había ganado oro en los 400 metros libres en la primera fecha de la natación. Puede seguir sumando más podios, ya que le quedan los 1.500 metros libres –su especialidad– y la posta 4×100 femeninos.

“Súper contenta, segunda medalla en mis primeros Juegos Panamericanos”, señaló. “Esto todavía no termina acá”.

La argentina, quien fue monarca mundial juvenil en el 2017, arribó la justa continental con esperanzas de preseas. Hasta ahora, no ha defraudado a nadie.

“Estoy disfrutando”, agregó. “Todo lo que sea el camino hacia los Juegos Olímpicos suma, bien o mal, todo se aprende. Tener la experiencia acá es lo más importante”.

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