Clase de 2019 del programa Máster de la FIFA fotografiada en la Universidad de Neuchatel, Suiza. Foto La Hora: AP/CIES

NEUCHATEL, Suiza
AP

Calladamente, la FIFA ofrece cursos avanzados de posgrado que terminan de formar a ejecutivos que luego desempeñan cargos prominentes en el mundo de los deportes. Dentro del fútbol y afuera también.

Productos de ese programa han encabezado campañas para buscar la sede de la Copa Mundial, dirigido federaciones de deportes olímpicos y lidiado en los tribunales con sonados casos del deporte internacional.

Se le conoce como el Máster de la FIFA (Máster Internacional en Gestión, Derecho y Humanidades del Deporte) y lleva 20 años formando ejecutivos en el bucólico campus de la Universidad de Nauchatel, ubicado junto a un lago, donde 28 estudiantes de una veintena de países acaban de completar el curso de 2019.

Los proyectos finales incluyeron un análisis de los retos asociados con la búsqueda de postulantes para la sede de los Juegos Olímpicos, cómo profesionalizar el fútbol femenino y las reglas sobre la testosterona, que hacen peligrar la carrera de la corredora Caster Semenya.

“Estoy muy impresionado”, dijo Denis Oswald, director del curso y juez de la Corte de Arbitraje en el Deporte, que integra además la junta ejecutiva del Comité Olímpico Internacional. “Es un placer porque todos sienten pasión por su trabajo”.

Unas 300 personas se postulan para las 30 plazas que hay anualmente. Ya tomaron el curso el exvolante del Manchester United Park Ji-Sung y los hijos de dos jugadores que metieron goles en las finales de la Copa Mundial: Jair Bertoni, hijo de Daniel Bertoni, autor del tercer gol de Argentina en la final que le ganó 3-1 a Holanda en 1978, y Henri Rummenigge, hijo de Karl-Heinz Rummenigge, quien marcó para Alemania contra Argentina en 1986.

La FIFA otorga becas y algunos estudiantes se costean ellos mismos los cursos, pagando 25,000 francos suizos (25,400 dólares) por un programa de 10 meses. También deben pagar por la vivienda en Gran Bretaña, Italia y Suiza.

Antes de inscribirse, Marie Shin solía toparse en Corea del Sur con personas que habían hecho el curso cuando participó en la organización de los Juegos Olímpicos de Invierno de Pyeongchang y trabajando para una empresa que organizaba partidos y otras actividades de selecciones nacionales.

“Pensé que debía ser un programa excelente”, declaró a la Associated Press. Agregó que el curso satisfizo todas sus expectativas. “La mayor parte fue estupendo y la gente muy talentosa”.

El año académico comienza con clases de humanidades e historia en la Universidad De Montfort de Leicester, Inglaterra; continúa en la Facultad de Administración Bocconi de Milán y concluye con clases de leyes deportivas en Neuchatel.

Entre los disertantes figuran líderes de federaciones deportivas que explican cómo organizar un campeonato mundial. Abogados que trabajan en casos de la FIFA y de la UEFA hacen de mentores en los proyectos finales.

Michael Gerlinger, quien hizo el curso en el 2002, es el director del departamento legal del Bayern Múnich. Hichamm El Amrani (204) fue secretario general de la federación africana de fútbol y encabezó la campaña de Marruecos en pos de la sede de la Copa Mundial del 2026, finalmente concedida a México, Estados Unidos y Canadá. Ross Wenzel (2008) a menudo representa a la Agencia Mundial Antidopaje y a la federación internacional de atletismo. Intervino en la apelación de Semenya a un fallo en los tribunales suizos.

Jair Bertoni es director de las federaciones americanas.

Algunos graduados tuvieron problemas. Nicole Resch (2007) renunció a la secretaría general de la Unión Internacional de Biatlón el año pasado en el marco de una investigación de sobornos relacionados con el escándalo de dopaje en Rusia. Samson Adamu (2009) fue interrogado por el panel ético de la FIFA en relación con la selección de las sedes de las copas mundiales del 2018 y el 2022, asignadas a Rusia y Qatar respectivamente. Su padre, Amos Adamu, fue suspendido de por vida.

Artículo anteriorBoateng deja pretemporada del Bayern en EE. UU. «por motivos personales»
Artículo siguienteBarraza y Longoria protagonizan corto sobre inclusión