Buenos Aires
DPA
Boca Juniors y River Plate empataron ayer 2-2 en la Bombonera la ida de la final de la Copa Libertadores y todo se decidirá en el superclásico de vuelta que se jugará el 24 de noviembre en el Monumental.
Boca se adelantó dos veces en su estadio, colmado por más 50 mil aficionados, con goles de Ramón Ábila (34′) y Darío Benedetto (45+1′), pero River igualó con tantos de Lucas Pratto (35′) y Carlos Izquierdoz en propia meta (61′).
Con el empate todo queda abierto para el encuentro de vuelta en la cancha de River Plate. En la final de la Libertadores, el máximo torneo de clubes en América, no rige la regla del gol visitante en caso de empate.
El partido de ida fue postergado 24 horas después de que la intensa lluvia que cayó el sábado en Buenos Aires anegara el césped de la Bombonera. La Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) decidió posponer el encuentro hasta hoy.
El duelo más esperado de la historia del fútbol argentino tuvo una primera parte vibrante, con River dominando casi todas las facetas salvo la del gol.
Así, cuando más apretaba el equipo «millonario» llegó el primer tanto de Boca, obra de Ábila con un zurdazo desde dentro del área que venció las manos del portero Franco Armani.
Sin embargo, la alegría de los locales duró apenas un minuto, lo que tardó River en reanudar el partido desde el centro del campo y Pratto, al recibir un buen pase de Gonzalo Martínez, colocar el empate culminando una buena jugada.
Benedetto, que salió a jugar en la primera mitad por la lesión de Cristian Pavón, metió el 2-1 al filo del descanso con un buen cabezazo y Boca se fue a la pausa en ventaja.
El partido se calmó tras el descanso y el único gol de la segunda mitad llegó en el minuto 61. Fue de Izquierdoz, en su propia portería, al peinar un balón colgado al área.
Benedetto tuvo una ocasión inmejorable en el minuto 90 para dar el triunfo a Boca, pero falló en un mano a mano ante el portero Armani.
«Hicimos un excelente partido, nos equivocamos en alguna pelota que nos costó caro, pero es un justo resultado», declaró el goleador boquense al culminar el encuentro.
El entrenador de Boca, Guillermo Barros Schelotto, aseguró que tanto su equipo como River jugaron «una final de alto nivel» y que restan todavía «90 minutos» por jugar. «El resultado todavía sigue abierto. Seguimos igual, con las mismas aspiraciones. Tuvimos el partido en las manos y se nos escapó dos veces», sostuvo.
«Sin dudas de que vamos a dejar la vida para ganar, para dar la vuelta dentro de quince días en la cancha de River. La gente sabe que por esta camiseta nosotros vamos a dar todo y vamos a ir a buscar la copa», añadió.
Por su parte, Matías Biscay, el entrenador que tuvo hoy River en lugar del suspendido Marcelo Gallardo, opinó que «el funcionamiento del equipo fue bueno» y le «queda como positiva la posibilidad de definir en casa» el título.
Gallardo no estuvo en la Bombonera como consecuencia de la suspensión de cuatro partidos que le impuso la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) por incumplir una sanción anterior en la semifinal frente a Gremio de Brasil.
River no tendrá en la vuelta de la final al delantero colombiano Rafael Borré, que sufrió una amonestación que significa una suspensión de un partido. El «millonario», sin embargo, espera recuperar a los lesionados Leonardo Ponzio e Ignacio Scocco.
Pese a eso, Pratto expresó que River tiene la posibilidad de festejar el título en la vuelta. «Esperemos que en casa podamos salir campeones», deseó.
Boca, en tanto, espera recuperar al delantero Cristian Pavón, que se retiró lesionado, y también al capitán Pablo Pérez, con un dolor en el pie derecho.