Kazán, Rusia
DPA

Si en el futuro alguien recuerda cómo fue el Mundial de Rusia 2018 de Neymar, la primera imagen que le vendrá a la cabeza será la del delantero brasileño rodando por el césped.

El crack del París Saint-Germain se despidió ayer del Mundial por la puerta de atrás, ofreciendo un nivel por debajo de lo esperado para un futbolista llamado a comerse el futuro y el presente. Cierto es que llegó entre algodones tras operarse del pie en marzo, pero sobre el césped de Rusia ofreció más teatro que fútbol.

Tras la derrota por 2-1 con Bélgica, Neymar abandonó hoy el verde del Kazan Arena mordiéndose la camiseta y pensativo. Quizás por su cerebro pasaba la ocasión que le sacó el portero belga Thibaut Courtois en el último minuto. Quizás era un pensamiento más global, el de una oportunidad perdida para él.

Hace cuatro años dijo adiós a Brasil 2014 lesionado por una fractura de vértebra que le impidió jugar el bochornoso 7-1 que recibió su selección en semifinales ante Alemania. En Rusia no hubo lesión, aunque vistos los gestos de dolor que ofreció a lo largo del torneo cualquiera se habría imaginado lo peor.

Las imágenes de Neymar rodando por el césped y fingiendo dieron la vuelta al mundo. Fue víctima de infinidad de chistes y se va popularizando la expresión «hacer un Neymar».

Las exageraciones del astro fueron una constante durante el Mundial e irritó a todo el planeta fútbol menos a Brasil, que arropó a su buque insignia. Una televisión llegó a contar los minutos que se pasó en el césped el jugador del PSG. El cronómetro llegaba a los 14 minutos antes del partido de hoy. En Kazán fingió dos penales y probó la humedad del césped en varias ocasiones.

En su debut, ante Suiza, fue más protagonista por estrafalario «espagueti-look» que por el fútbol y en la segunda jornada realizó varias fintas innecesarias y derramó unas lágrimas que parecían más que exageradas después anotar su primer gol en el torneo. Aquel «show» dejó incrédula a mucha gente porque había tenido una actuación más que discreta en el 2-0 sobre Costa Rica, resuelto con dos goles en el descuento.

Cierto es que Neymar fue de menos a más durante el torneo y en octavos ofreció una versión más que convincente ante México. Pero hoy no brilló ante Bélgica y sólo reclamó los focos en los instantes finales con un par de buenas acciones. Pero no fue suficiente para estirar el sueño del «Hexa».

El título mundial le habría colocado además en la posición que viene reclamando desde hace un par de años. Por delante de Cristiano Ronaldo y Lionel Messi en la lucha por el Balón de Oro, por ser el mejor futbolista del planeta.

Pero con Cristiano y Messi eliminados en octavos, Neymar no pudo aprovechar la oportunidad y deja Rusia con dos goles -ambos empujando la pelota en el área chica- y más «show» extradeportivo que futbolístico.

Neymar tiene ahora 26 años y deberá esperar cuatro más, hasta Catar 2022, para la siguiente oportunidad.

Artículo anteriorLa era Tabárez, en el aire
Artículo siguienteLa curiosa apuesta de «Ibra» y Beckham antes del Suecia-Inglaterra