Por Bob Bensch
Londres/Madrid
Agencia (dpa)
Arsene Wenger ingresó a la sala de prensa del Wanda Metropolitano y comenzó a hablar en un tono casi inaudible. «Es una pena. Una gran, gran pena», susurró el todavía técnico del Arsenal. Su despedida tras más de dos décadas con los «gunners» estará muy lejos de ser la soñada.
La derrota ante el Atlético de Madrid frustró el deseo de Wenger de dejar el Arsenal con su primer título europeo bajo los brazos. Aunque los problemas del equipo londinense van mucho más allá de un encuentro.
Por segunda temporada consecutiva, el Arsenal no formará parte de la Liga de Campeones el año próximo. Relegado en la Premier League, su última esperanza era ganar la Liga Europa. Pero el Atlético demostró tener mayor jerarquía en este tipo de encuentros, más allá de que el Arsenal mereció mejor suerte y terminó pagando su falta de pegada en el área, sobre todo en la ida en el Emirates.
«Estoy como todo el equipo. Muy triste y muy decepcionado», dijo tras la derrota 1-0 ante el Atlético, que hizo valer así el 1-1 conseguido en Londres. «Cuando juegas como lo hemos hecho nosotros en 180 minutos y obtienes el resultado que hemos obtenido, es difícil de asumir».
El Arsenal mostró ante el Atlético las mismas falencias de siempre. Fallas en la definición pese a un buen control del balón, fragilidad defensiva y cierta falta de rebeldía ante la adversidad.
«Cuando ves la cantidad de ocasiones que fallamos en los dos partidos, lo mínimo que puedes decir es que estamos muy frustrados», dijo Wenger.
Uno de los jugadores más señalados fue Mesut Özil. El comentarista de televisión Martin Keown, quien fue tres veces campeón inglés en el Arsenal junto a Wenger, disparó duramente contra el alemán. «No merece vestir esta camiseta. No lo da todo», señaló. «Si ves su actitud corporal puedes comprobarlo», indicó en BT Sport.
Wenger defendió al alemán de las críticas. «No deberíamos ahora convertirlo en el culpable por el hecho de no haber convertido un gol», dijo el entrenador francés.