Barcelona/Madrid
DPA

Lanzados en sus respectivas competiciones europeas pero alejados de un Barcelona que marca el ritmo en la Liga española, Real Madrid y Atlético protagonizarán mañana el esperado derby madrileño con los azulgrana en su punto de mira y en sus pensamientos.

A 13 unidades de distancia de los catalanes antes de que los dirigidos por Ernesto Valverde reciban hoy al Leganés, los blancos (63) ya apenas cuentan para un título que podrían acercar al Barcelona con un triunfo sobre los rojiblancos.

Con cuatro unidades más que sus ricos vecinos (67), los hombres comandados por Diego Simeone luchan aún por recortar su desventaja respecto a los azulgrana, a los que todavía no vieron perder.

«Este partido es muy importante para los dos. Ellos tienen tres puntos en juego y nosotros, también; ellos son segundos, nosotros, terceros», afirmó hoy Zidane. «El Atlético es un gran equipo, se merece estar donde está y nosotros vamos a intentar recortar la distancia».

A ocho fechas para la conclusión del campeonato, estar por detrás del Atlético no deja de incomodar al vigente campeón de Liga, que quiere atrapar el segundo puesto, aunque sólo sea por una cuestión de jerarquía.

Después del reciente triunfo por 3-0 en la cancha de la Juventus, que confirmó la buena marcha de los blancos en la Liga de Campeones europea, el técnico espera que los suyos mantengan la «intensidad» suficiente para enfrentarse a un Atlético que le tiene tomada la medida al Santiago Bernabéu.

Con Simeone al mando, abandonó su complejo de inferioridad respecto al todopoderoso vecino y, en las últimas cuatro temporadas, arrancó tres triunfos y un empate de Chamartín.

A repetir victoria aspiran los de Simeone mañana, pese a los condicionantes físicos que marcarán el duelo.

Los rojiblancos llegarán al derby con un día menos de descanso que los de Zidane, después de disputar el jueves su duelo de la Liga Europa frente al Sporting de Lisboa.

El triunfo (2-0) y el hecho de que el choque se disputara en Madrid matizan el desgaste de un Atlético que, tras sus ventas en el mercado de invierno y las lesiones, apenas tiene segunda unidad.

Las miradas apuntan al galés Gareth Bale, que no jugó ni un minuto ante la Juve; al español Isco, que tampoco contó últimamente con la confianza de Zidane; y al portugués Cristiano Ronaldo que, en plena racha goleadora, difícilmente querrá descansar.

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