Por TOM WITHERS
CLEVELAND
Agencia (AP)

LeBron James miró el reloj y el marcador. Se percató de que había llegado su momento, la hora de arreglar todo otra vez en las postrimerías de un encuentro.

“Sí, así parece”, dijo su compañero Kyle Korver.

James anotó 33 puntos, incluidos 13 en el cuarto periodo, y los Cavaliers de Cleveland remontaron un déficit de 17 unidades para imponerse ayer 119-115 a los Wizards de Washington.

Gracias a la victoria, Cleveland conservó el tercer puesto de la Conferencia del Este, de cara a los playoffs.

Los Cavs perdían por 104-87 con 7:48 minutos por jugarse. Fue entonces cuando James miró hacia arriba.

Trece segundos después, la desventaja aumentó a 17 puntos, pero fue entonces cuando el astro, tres veces monarca de la NBA, montó uno de los espectáculos que lo han vuelto célebre.

“No estoy programado para darme por vencido. Si estoy en la cancha, trato de hacer que las cosas sucedan, sin importar cuál es el marcador”, afirmó. “Ésa es mi mentalidad”.

James añadió 14 asistencias y nueve rebotes, con lo que se cercioró de que el entrenador Tyronn Lue se llevara una victoria en su retorno, tras perderse nueve partidos por motivos de salud.

Jeff Green añadió 21 tantos, mientras que Kevin Love contabilizó 16 por los Cavs, que tienen una foja de 10-1 desde el 17 de marzo, cuando Lue debió abandonar un encuentro en Chicago por dolores en el pecho. Lue, quien modificó su dieta y toma medicamentos para dormir, ha vuelto a un equipo que parece alcanzar su mejor nivel justo a tiempo para la postemporada.

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