Por Tatiana Rodríguez
Miami/Augusta
Agencia (dpa)

Después de casi 90 años de albergar uno de los torneos masculinos de golf más prestigiosos del mundo, el Club Nacional de Augusta sorprendió con el anuncio de una competencia femenina amateur para el próximo año.

La imagen jurásica que por décadas cobijó al club de la ciudad de Augusta, en el estado de Georgia, en donde ha reinado una hegemonía masculina, estaría dando apertura al momento actual de la sociedad que ha dicho «no más» desigualdad.

«El campeonato amateur femenino es un segmento vital para el futuro del golf», dijo ayer el presidente del club, Fred Ridley, luego de anunciar la nueva oportunidad para las damas que contará con unas 72 deportistas de todo el mundo en un campo de 54 hoyos.

Ridley, de 65 años y padre de tres mujeres, decidió romper con los arraigados esquemas que por décadas llamaron la atención e hicieron del club uno de los lugares más codiciados, y dio así un vuelco hacia la agenda nacional sobre la igualdad para las mujeres liderada por el movimiento «Time’s Up» que surgió en Hollywood.

En medio del empoderamiento femenino y el creciente rechazo ante el abuso y el acoso sexual y laboral de mujeres en el entretenimiento, el deporte, la música y la política, el Club Nacional de Augusta dio un paso adelante, aunque no definitivo.

El directivo, quien asumió el cargo en octubre pasado, fue claro en asegurar que por ahora la chaqueta verde no irá para ninguna de las mujeres que participen en el torneo porque ésta «es una parte icónica del Masters».

«Planeamos tener un premio muy distintivo para la ganadora de este evento y creemos que con el tiempo se convertirá en un ícono. Puedo asegurarle que será muy muy agradable», agregó el presidente, quien insistió en que «es el mejor momento para dar este paso».

Para la exsecretaria de estado de Estados Unidos Condoleezza Rice, una de las primeras mujeres en ser aceptadas como miembros del club en el otoño de 2012, el anuncio es una demostración «de que las instituciones evolucionan y se vuelven más inclusivas con el tiempo».

Sin embargo, la segregación prima aún en el club en donde solo cuatro mujeres aparecen en la lista de más de 300 miembros. Junto a Rice están la ejecutiva Darla Moore, la directora de IBM Virginia Rometty y la llegada más reciente fue la de la banquera española Ana Patricia Botín.

Antes de ellas, el club, en donde también el color de piel jugaba un papel fundamental, solo contó con la presencia de mujeres golfistas invitadas que podían jugar en el espeso campo verde días antes del torneo masculino que cada año se realiza en abril.

Por esa razón, jugadoras, comentaristas y aficionadas del golf celebraron en redes sociales la apertura del club al deporte que tiene desde 1950 una asociación profesional femenina.

«El próximo año, el Club de Augusta será sede del campeonato amateur de mujeres. Esto es maravilloso para las golfistas del mundo», escribió en Twitter Cheyenne Woods, golfista de 27 años que es hija de Earl Woods, medio hermano de la estrella Tiger Woods.

De igual forma, la también jugadora Anna Rawson calificó de «increíble y asombrosa» la noticia.

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