Madrid/Barcelona
Agencia (dpa)
Con un ojo puesto en el duelo europeo del martes ante el París Saint-Germain (PSG) y «cabreado» por su última derrota en la Liga española, el Real Madrid recibirá mañana al Getafe con el objetivo de sumar una victoria que repare daños en el campeonato doméstico y prepare el terreno para la visita a París.
«Para preparar el partido del martes ante el PSG, hay que preparar primero el de mañana y hacer un buen partido», afirmó hoy Zinedine Zidane, el entrenador del Real Madrid.
Alimentados por el 3-1 de la ida, las buenas perspectivas en la Champions se tornan en todo lo contrario en una Liga en la que su equipo acumula casi tantos tropiezos (11, entre empates y derrotas) como victorias (15).
Con 15 puntos de desventaja respecto al Barcelona, líder con 66, y diez respecto al Atlético de Madrid, segundo con 61, los vigentes campeones parecen descartados de la lucha por un campeonato al que su entrenador se niega a renunciar.
«En el fútbol no hay nada sentenciado. Nos tenemos que meter en la cabeza que los partidos de la Liga son importantes», afirmó hoy un serio y aún enojado Zidane.
«Que la Liga está complicada, sí, muy difícil, sí, pero imposible, no», continuó el entrenador blanco.
Después de enlazar el pasado sábado cinco victorias consecutivas en todas las competiciones, los campeones cayeron el martes en la cancha del Espanyol en el segundo duelo de una semana que para los de Zidane concluirá mañana con el choque por la vigesimoséptima fecha ante el Getafe.
«Me guste o no, los jugadores siempre piensan en un partido como el del martes, pero después de perder un partido, nos interesa una nueva victoria metiendo todo», apuntó el técnico galo.