Cincinnati
DPA

El búlgaro Grigor Dimitrov conquistó ayer su primer título de la categoría Masters 1000 al vencer al australiano Nick Kyrgios en la final del torneo de tenis de Cincinnati.

Dimitrov, séptimo favorito, se impuso por 6-3 y 7-5 a Kyrgios en un duelo que se extendió por una hora y 25 minutos. De esa manera, el búlgaro celebró en el cemento de Ohio el tercer título de la temporada y el séptimo de su carrera.

«Esto es lo que he estado entrenando, es mi mayor victoria hasta ahora», dijo un eufórico Dimitrov. «Estoy feliz con esto».

Apenas unos detalles marcaron la diferencia en el partido. Los dos tenistas mostraron solidez desde el servicio, pero Dimitrov fue más oportuno para aprovechar sus ocasiones sobre el saque del rival.

En el primer set, Kyrgios, que venía de eliminar a los españoles Rafael Nadal y David Ferrer, tuvo dos oportunidades de quiebre, pero el europeo las solventó.

Por el contrario, en la única posibilidad que generó, el undécimo jugador del ranking logró el rompimiento que le valió quedarse con el parcial.

La paridad se mantuvo en el segundo set, hasta que Dimitrov concretó el quiebre vital en el undécimo game. Con esa ventaja, no tuvo inconvenientes para cerrar el partido con su saque y quedarse con el primer título en este tipo de torneos.

Además de celebrar el trofeo, Dimitrov se permite soñar con el Abierto de Estados Unidos, ante las bajas que aparecerán en el cuadro del torneo que comenzará el lunes 28 en Nueva York.

«Voy a disfrutar de la victoria, pero luego vuelvo a la rutina y a la preparación para el US Open», aseguró el búlgaro. «Todo el mundo puede vencer a todo el mundo y en el Abierto cualquier cosa puede suceder. Sólo puedo pensar en un partido a la vez», indicó el tenista.

En Flushing Meadows no estarán el serbio Novak Djokovic, el suizo Stan Wawrinka, que le pusieron fin a su temporada por diferentes lesiones, mientras que el británico Andy Murray llega sin jugar desde Wimbledon.

Kyrgios, en tanto, admitió la superioridad de su rival, aunque valoró su torneo porque hace poco tiempo estaba recuperándose de un lesión en la cadera. «Hace unas semanas estaba luchando», remarcó.

Sobre el partido, no puso excusas. «Grigor me arrastró hasta la canchas de práctica», ironizó Kyrgios. «Sé que tengo mucho más trabajo por hacer».

El torneo de Cincinnati, que se juega sobre cemento y es de la categoría Masters 1000, entrega 4 millones 973 mil 120 dólares en premios y es la última escala importante antes del inicio del Abierto de Estados Unidos, último Grand Slam de la temporada.

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