Por Jorge Aldea
Madrid/Barcelona
agencia/dpa

La ida de la Supercopa española de fútbol enfrentará mañana a dos de los mejores mediocampos del planeta, uno en pleno apogeo como el del Real Madrid y otro que parece estar llegando a su ocaso en el Barcelona.

«Domina el mediocampo y dominarás el juego», fue hace unos años el lema publicitario de una marca deportiva. Una máxima que se ha venido cumpliendo en los últimos ciclos ganadores de los dos gigantes españoles, primero en el Barcelona bajo el liderazgo de Xavi Hernández, Andrés Iniesta y Sergio Busquets y en estos últimos dos años en el Real Madrid de Zinedine Zidane, que con la línea que forman Luka Modric, Toni Kroos, Isco Alarcón y Casemiro ha ganado los máximos trofeos continentales.

El Barcelona de los últimos años, a las órdenes de Luis Enrique, modificó el sistema de juego que en su día encumbró Josep Guardiola, en el que el mediocampo tenía un control total de los partidos, por un estilo bastante más directo en beneficio del potente tridente ofensivo que juntó con Lionel Messi, Luis Suárez y Neymar. Esto coincidió además con la salida de Xavi Hernández, máximo exponente y auténtico motor del juego de posesión constante, junto con varios de los nombres que estaban llamados a sucederlo en la tarea, como Cesc Fábregas o Thiago Alcántara.

Un cambio de estilo que hace poco fue criticado por el propio Xavi Hernández, aunque el ex internacional ve un lugar para la esperanza en el nuevo entrenador azulgrana, Ernesto Valverde.

«En general el Barça se ha dormido. Se creyó que el barco iba solo. Hay que potenciar la cantera y su modelo de juego (…) Veo muy bien la apuesta por Ernesto Valverde. Es un tipo preparado, tiene experiencia, conoce el club. Ha vivido el estilo y lo hará bien. Su llegada supone regresar al estilo ortodoxo», dijo en una entrevista reciente con «The Tactical Room».

El Real Madrid sufrió durante varios años el reinado de su máximo rival en el mediocampo, hasta que poco a poco fue incorporando a futbolistas con los que pretendía responder a ese dominio azulgrana. Un año Modric, al siguiente Isco y al próximo Kroos, mientras Casemiro daba pasos agigantados en su crecimiento como mediocentro defensivo.

La participación de los cuatro fue tan determinante para la conquista de las dos últimas Ligas de Campeones consecutivas que obtuvieron el reconocimiento de integrar todos ellos la plantilla ideal del torneo esta campaña. Un momento dulce que reafirmaron hace pocos días en la final de la Supercopa europea ante el Manchester United con un nuevo ejercicio de control y dominio que les valió los mejores elogios del entrenador rival, José Mourinho.

«Los mediocampistas del Madrid son únicos, no hay réplicas de Modric, Kroos, Casemiro o Isco. Son sólidos en la manera de jugar y hacen difícil para el contrincante hacer algo», dijo el portugués tras el partido.

El presente de Barcelona y Real Madrid en esa parcela del juego no puede estar más alejado: en el lado azulgrana sorprende que Messi se haya convertido en su mejor mediocampista creativo, bajando a posiciones cada vez más retrasadas para generar organizar e iniciar los ataques. Busquets, de 29 años, e Iniesta, de 33, llevan dos temporadas lejos de su mejor nivel.

Mientras, en el Real Madrid llama la atención la acumulación de talento por la que ha apostado en los últimos años, con relevos de garantías para sus mediocampistas titulares como Marco Asensio, Mateo Kovacic o el recién llegado Dani Ceballos (el mayor de todos, el croata, no llega a los 24 años). El de Ceballos es un caso de lo más sorprendente, ya que al ser pretendido por ambos clubes prefirió apostar por la competencia del equipo blanco en lugar de irse a un Barcelona donde le garantizaban muchos más minutos e incluso la titularidad.

Así, la Supercopa de España que medirá a ambos clubes, mañana en el Camp Nou y el miércoles en el Santiago Bernabéu, volverá a enfrentar dos mediocampos muy distintos.

Mientras que el Real Madrid tiene una apuesta clara -aunque Modric no jugará mañana por sanción-, el Barcelona aún es una incógnita. Siguen Iniesta y Busquets, acompañados normalmente por el croata Ivan Rakitic. Sin embargo, la salida de Neymar podría hacer que el equipo catalán apostara de nuevo por unir a cuatro centrocampistas.

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