Chicago
DPA

La actuación del árbitro salvadoreño Joel Aguilar puede servir de excusa, pero lo cierto es que la Colombia de José Pekerman volvió a decepcionar en un duelo de mano a mano, con dos goles recibidos antes de los primeros 15 minutos, que le condicionaron el resto de la semifinal de la Copa América Centenario ante Chile y le terminaron costando la derrota 2-0.

El encuentro ante la «Roja» en el estadio Soldier Field de Chicago planteaba un reto inédito para Pekerman en su carrera de entrenador de mayores, ya que nunca había podido superar dos etapas decisivas de mano a mano en forma consecutiva.

Y su equipo volvió a fallar en una instancia definitoria, con errores de concentración en el inicio, que le pusieron el partido cuesta arriba. «No esperábamos ir perdiendo tan rápido en el partido», admitió el arquero David Ospina, que atribuyó las desconcentraciones a «situaciones del partido». «A veces se toman decisiones correctas, otras no, y vienen las consecuencias», se lamentó.

Si bien el técnico reconoció las equivocaciones, en su análisis priorizó los supuestos errores de Aguilar, que no pitó un penal de Gonzalo Jara sobre Daniel Torres en el inicio del segundo tiempo y, minutos después, expulsó a Carlos Sánchez por una falta menor sobre Charles Aránguiz.

«Después de los errores que cometimos, que los pagamos en el inicio, en el segundo tiempo, cuando creíamos en poder llegar al empate y el equipo inició para poder lograrlo, hubo un penal demasiado claro que hubiese revolucionado el partido», remarcó Pekerman, en un discurso muy diferente a su estilo moderado y siempre correcto.

«Un rato después hubo una expulsión en una falta muy discutible. Faltó manejo y criterio, faltó entender la importancia del partido, porque incidió mucho en lo que pasó de ahí hacia lo que se vio al final del partido», añadió el argentino.

Lejos de la autocrítica por ese arranque fatídico, el zaguero Cristian Zapata también optó por focalizar las quejas en el juez. «En el segundo tiempo, el árbitro metió un poco la mano. Expulsó a Sánchez y se nos hizo más difícil. El penal y la expulsión cambiaron el partido», aseguró el defensor del Milan, que sin embargo no hizo referencia al penal que le cometió a Alexis Sánchez cerca del final del partido y que Aguilar tampoco pitó.

Lejos de cuestionar su planteo y la actitud de sus jugadores en ese arranque, Pekerman atribuyó la derrota que las «circunstancias del partido» no le resultaron favorables. «El balance es doloroso porque teníamos fe en poder pasar, porque el equipo en su mejor versión podía pasar. Pero todas las situaciones del juego fueron adversas: recibir goles rápido, la expulsión, no anotar en los momentos claves y el penal no pitado», enumeró Pekerman.

Sin embargo, la sensación es que otra podría haber sido la historia si Colombia lo afrontaba como lo hizo después de los 20 minutos iniciales, cuando ya estaba dos goles por debajo.

El problema más grave es que no se trata de un cuestión desconocida. Después de una brillante eliminatoria en octavos ante Uruguay y una fase de grupos con tres triunfos en el Mundial de Brasil 2014, la Colombia de Pekerman se desdibujó en el duelo de cuartos de final ante el equipo local.

Artículo anteriorPizzi alaba a sus jugadores por pase a la final: “Es un grupo ganador”
Artículo siguienteGobierno de Colombia y las FARC firman histórico cese del fuego