Por Esteban Bayer
Berlín
Agencia/dpa
El Bayern Múnich hizo apenas lo necesario para vencer hoy 3-1 en su visita al Stuttgart y mantener su cómoda ventaja al frente de la Liga alemana de fútbol.
Cuando restan por jugarse apenas cinco fechas, el equipo del entrenador Josep Guardiola estiró a ocho puntos la diferencia sobre su inmediato perseguidor, Borussia Dortmund, que juega el domingo el clásico contra su eterno rival, Schalke.
Necesitó el Bayern la ayuda de un defensor rival, el capitán Georg Niedermeier, con un gol en contra a los 31 minutos, para abrir la senda del trabajoso triunfo ante un Stuttgart que en su lucha por la permanencia en la primera división se había plantado con un esquema muy defensivo.
Poco antes, antes de jugarse siquiera media hora, Guardiola sorprendió al castigar a uno de sus jugadores preferidos, el chileno Arturo Vidal, al reemplazarlo por el mundialista Thomas Müller en la zona medular. Vidal estaba jugando con demasiada garra y tras una amonestación y varias advertencias del árbitro, estaba a punto de ver la roja.
Puso tranquilidad, ya en el segundo tiempo, el lateral austríaco David Alaba cuando conectó de zurda en el área chica un pase del español Juan Bernat.
A los 63′ descontó el máximo goleador del Stuttgart, Daniel Divadi, que en la próxima temporada jugará para el Wolfsburgo, el equipo sorpresa de la semana con el triunfo por 2-0 sobre el Real Madrid en la Liga de Campeones.
El brasileño Douglas Costa puso el 3-1 cuando ya terminaba el encuentro.
El Bayern afrontará así con tranquilidad al partido de vuelta de los cuartos de final de la Champions contra el Benfica, al que esta semana venció con un estrecho 1-0 en la ida.
Los demás encuentros del sábado se jugaron con el fantasma del descenso muy presente.
El Eintracht Frankfurt tiene la soga al cuello y no puede salir del penúltimo puesto tras caer en casa ante el Hofffenheim por 2-1.
El Werder Bremen, en el que no jugó el peruano Claudio Pizarro por lesión muscular, no sólo perdió en casa 2-1 ante el modesto Augsburgo, sino que además cayó al puesto 16, que lo obligaría a jugar un «playoff» con serio riesgo de perder la categoría.
Otro de los equipos de gran tradición que perdió en casa fue el Hamburgo, que se entregó sin pena ni gloria ante un Darmstadt que puso más ganas que calidad y se llevó los tres puntos con un inapelable 2-0.
El Borussia Mönchengladbach, por su parte, que hoy tenía la pretensión de arrimarse a un puesto clasificatorio de la Liga de Campeones, se marchó frustrado del campo del ascendido Ingolstadt y una derrota inesperada por 1-0.
Ahora el Mönchengladbach es cuarto, con 45 puntos y a cuatro del tercero, un Hertha de Berlín que el viernes por la noche apenas empató 2-2 con el colista Hannover.