Santiago de Chile
Agencia dpa

Jorge Sampoali, el técnico argentino que será recordado por haber llevado a Chile a ganar la Copa América, el mayor éxito de su historia, dejó definitivamente a la «Roja» después de polémicas negociaciones con la Asociación de Fútbol local (ANFP) que le exigía continuar o pagar una millonaria cláusula para dejarlo partir.

No ocurrió ni lo uno ni lo otro. En un breve comunicado, la ANFP informó que alcanzaron una solución con Sampaoli tras la reunión, pero sin proporcionar mayores detalles de la operación que puso fin a tres años al frente de la selección.

Sampaoli asumió la dirección técnica en diciembre de 2012 cuando la «Roja» iba de tumbo en tumbo camino a las eliminatorias de Brasil 2014 de la mano de Claudio Borghi, quien, a su turno, tuvo que cargar con el peso de suceder al «Loco» Marcelo Bielsa, considerado uno de los estrategas que llegó a revolucionar el juego de los chilenos.

Tras la forzada salida de Borghi, los fanáticos locales recibieron con esperanzas a Sampaoli, el heredero de Bielsa, el hombre que venía precedido de un currículo envidiable tras ganar tres Ligas con la Universidad de Chile, uno de los clubes más populares del país, y conquistar de forma invicta con ese equipo la Copa Sudamericana de 2011, el trofeo más importante en la historia de la «U».

Llegaba el técnico que haría jugar a la selección al «estilo Bielsa», el que brindaría el protagonismo constante, la verticalidad, la dinámica y el buen juego.

Conocedor del medio local y estudioso del futbol mundial, a Sampaoli no le costó reunir a una generación de futbolistas chilenos, gran parte también heredada de Bielsa y considerada la mejor de todos los tiempos, y llegar al Mundial de Brasil 2014, donde la «Roja» y su técnico comenzaron a dar que hablar.

Su consagración definitiva llegaría sin embargo un año después, en julio de 2015, cuando Chile se proclamó campeón de América por primera vez en su historia al vencer en la final soñada y por la vía de los penales a Argentina, su bestia negra, que traía en sus filas al astro Lionel Messi.

Los problemas se agudizaron hace algunas semanas cuando se filtraron a la prensa detalles de su millonario contrato y el pago de unos premios en unas cuentas abiertas en el paraíso fiscal de Islas Vírgenes, revelaciones atribuidas a dirigentes de la ANFP que encabezaba hasta noviembre del año pasado Sergio Jadue, hoy en Estados Unidos a la espera de un juicio por corrupción.

Detalles de su suculento contrato señalaban que, entre otras cosas, Sampaoli había acordado con la antigua dirigencia de la ANFP, bonos que ascendían a los 48 mil dólares anuales para el alquiler de una vivienda y otro tanto para la compra de un automóvil.

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