IRVING, Texas, EE.UU.
AP

Ni los jugadores ni los entrenadores de los equipos que militan en la División Este de la Conferencia Nacional van a disculparse por el hecho de que alguno vaya a conseguir un boleto de playoffs y la ventaja de local en el primer partido de éstos pese a tener una foja mediocre.

Tampoco le hará gestos de desagrado a esa posibilidad el dueño y gerente general de los Cowboys de Dallas, Jerry Jones.

«Recurriré a ese viejo dicho que reza: ‘es un bebé feo, pero es mi bebé», dijo Jones en su programa de radio ayer, un día después de que los Cowboys vencieron a los Redskins. Con la derrota, Washington quedó empatado con Filadelfia y con los Giants de Nueva York en el primer puesto de la división, con un récord de 5-7.

Dallas, que ganó el cetro divisional la campaña anterior con una foja de 12-4, está a un juego de los líderes, pese a que ha conseguido sólo dos triunfos en 10 semanas. Y los Cowboys (4-8) visitarán a Green Bay después de ganar al fin un partido en el que Tony Romo no jugó de inicio.

«Terminamos por preguntarnos, ‘¿por qué no?»’, explicó Jones. «Podemos ir allá, la defensa puede afrontar un duelo como ése, podemos tener un poco más de confianza en nuestro ataque y podemos conseguirlo. ¿Por qué no?»

El resto de la NFL se pregunta exactamente lo contrario: ¿Por qué?

«¿Acaso importa?», señaló el tackle de los Eagles, Jason Peters. «Podemos ganar la división, y eso es lo que cuenta. Si un equipo tuvo un récord de 12-0 y nosotros estuvimos 11-1, no hay diferencia. Los récords no son tan buenos, pero aquí se trata de ganar la división».

Las mismas preguntas surgieron hace un año en el Sur de la Nacional. Carolina se recuperó de una foja de 3-8-1 y ganó cuatro encuentros consecutivos, para terminar con 7-8-1. Y en la ronda de comodines de los playoffs se impuso a Arizona.

Los Panthers no han perdido en la campaña regular desde entonces. De hecho, llevan 16 victorias consecutivas en campaña regular.

Hay otro ejemplo reciente de un equipo que llegó a la postemporada procedente de una división débil y que venció a su primer rival de los playoffs. Los Seahawks de Seattle (7-9) se coronaron en el Oeste de la Nacional en 2010 y luego aprovecharon el apoyo de su público para doblega a Nueva Orleáns, que era el campeón vigente del Super Bowl.

«Los récords no son buenos pero los equipos sí», dijo el entrenador Jay Gruden, después de que los Redskins se perdieron la oportunidad de ser el único equipo de la división con marca de .500.

La jugada más importante en la derrota de Washington por 19-16 fue una mala decisión de DeSean Jackson, quien retrocedió más de 20 yardas cuando devolvía un despeje, llegando hasta su propia yarda uno a dos minutos del final. Su balón suelto derivó en el único touchdown de Dallas, la 27ma ofensiva de la liga.

«Hay mucho talento en estos equipos, se los aseguro», opinó Gruden. «Es emocionante en la recta final, y así va a ser siempre la pelea en el Este de la Nacional. No importa si tienes un récord de 12-0 o uno de 4-12. El hecho es que nos quedan cuatro partidos y todas nuestras metas son alcanzables».

Los Eagles permitieron 45 puntos en dos derrotas seguidas. Pero su defensiva y sus equipos especiales aportaron tres touchdowns para doblegar sorpresivamente el domingo a los Patriots de Nueva Inglaterra, monarcas del Super Bowl, por 35-28. Los Cowboys, los Giants y los Redskins perdieron frente a los Patriots.

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