Santiago de Chile
Agencia dpa
Brasil y Colombia reeditan hoy a las 18:00 horas en la Copa América el duelo de cuartos de final del Mundial del año pasado y aventuran un partido grande con Neymar y James Rodríguez como estrellas y con el aliciente de la urgencia que siente el equipo de José Pekerman tras la derrota inicial.
Dos de los favoritos chocan en el Monumental de Santiago de Chile en momentos diferentes. Mientras Brasil, el candidato habitual, llega en pleno proceso de regeneración, Colombia es uno de los equipos del momento en el continente tras haber hecho el año pasado el mejor Mundial de su historia y pese a la caída ante Venezuela.
Colombia perdió hace un año en cuartos ante Brasil por 2-1 en un partido parejo que los colombianos ven como una oportunidad perdida.
Ahora, con James Rodríguez de líder consolidado tras su buen año en el Real Madrid y la recuperación de Radamel Falcao, ausente en el Mundial por lesión, Colombia busca refrendar su crecimiento en el torneo que se disputa en Chile.
Pero tras la inesperada derrota ante Venezuela por 1-0 y el mal partido del domingo, llega al partido en situación de urgencia.
Pekerman podría hacer cambios en ataque dado el mal partido que realizaron Falcao y Carlos Bacca ante Venezuela. Alternativas le sobran al técnico argentino, que podría dar entrada a Teófilo Gutiérrez o Jackson Martínez.
Con el alivio del primer triunfo y los tres puntos, el técnico cree que con el paso de los partidos el equipo irá mejorando. «Esperamos durante competición llegar a un nivel para ser campeón», dijo Dunga.
James no brilló en el debut, pero sí lo hizo Neymar, autor de un gol y asistente en el decisivo tanto de Douglas Costa frente a Perú. Volverá a ser el referente absoluto de un equipo en el que el único cambio sería el de Philippe Coutinho, ya recuperado, en el lugar de Fred formando la línea de volantes junto a Neymar y Willian.
La ansiedad puede acosar a Colombia, que quizás por primera vez en la historia cuenta con una mayor cantidad de astros que Brasil, pero a la que una derrota dejaría al borde de la eliminación prematura.