Moscú
DPA

Francia es el presente del fútbol y posiblemente también el futuro.

«Les Bleus» tienen todo para dominar los próximos años: un equipo lleno de juventud, una federación potente, un proyecto sólido y un entrenador con galones y ganas de seguir.

Francia se impuso ayer por 4-2 a Croacia en la final del Mundial de Rusia y coronó el torneo como el equipo más sólido, quizás no el más brillante, y compacto. Y casi el más joven, porque en esa estadística sólo le supera Nigeria, eliminada en la fase de grupos.

La edad media del once titular de Francia en la final era ligeramente superior a los 25 años. Sólo había tres jugadores que superaban la treintena, Olivier Giroud, Blaise Matuidi y Hugo Lloris. El resto rebosa juventud: Lucas Hernández y Benjamin Pavard tienen 22 años, Raphael Varane cuenta 25, uno más que su compañero en la defensa, Samuel Umtiti; en el medio del campo están Paul Pogba (25) y N’Golo Kanté (27); y arriba brillan Antoine Griezmann (27) y Kylian Mbappé, el mayor ejemplo de la frescura que desprende la Francia de Didier Deschamps.

«Su juventud debe asustar al resto del mundo», escribió hoy el diario británico «The Guardian», que, como casi todos los medios, centran sus análisis en la figura de Mbappé. «Es el cabecilla de esa colección sin fin de talento».

Mbappé cumplirá 20 años en diciembre y ya está considerado como uno de los mejores jugadores de la actualidad. Ayer se convirtió en el más joven en marcar en la final de un Mundial desde el mismísimo Pelé en 1958.

«Son jóvenes y están felices», dijo Deschamps para justificar la ducha de champagne que le dieron sus jugadores en plena rueda de prensa. Los futbolistas irrumpieron en la sala de conferencias y bañaron a su entrenador.

La sensación general es que esta generación francesa llegará todavía en plenitud a la Eurocopa de 2020 y al Mundial de Qatar 2022. De hecho, según Deschamps, todavía hay que esperar un tiempo para que algunos de los jugadores, entre ellos Mbappé, alcancen su verdadero techo.

«Este equipo tiene futuro y peleará por la Eurocopa y el Mundial», comentó el ex seleccionador francés Raymond Domenech. Y la misma opinión hay en el vestuario «bleu».

«Somos muy jóvenes, pero tenemos una mentalidad muy grande y eso marca la diferencia. Ganamos en la final a un equipo muy fuerte con mucha experiencia», señaló Pogba en la noche del domingo en el estadio Luzhniki. «Espero que ganemos más cosas todos juntos».

«Tenemos una plantilla muy joven y esperamos que eso siga adelante», señaló por su parte Varane mientras sostenía en sus brazos la copa dorada.

«Hay jugadores muy jóvenes que son muy maduros en el campo», dijo Steven N’Zonzi. Y Griezmann agregó: «Ningún suplente ha puesto mala cara».

Tras perder la final del Mundial 2006, Francia vivió unos años muy turbulentos y con muchos escándalos. Deschamps asumió el cargo en 2012 y fue cincelando un equipo ganador. Alcanzó la final de la Eurocopa 2016 y acarició el título, pero se le escapó en la prórroga ante Portugal.

Francia tenía la base, pero a Deschamps no le tembló el pulso y siguió renovando al equipo hasta plantarse en Rusia con un vestuario que rebosa juventud. Contra la opinión de muchos, dejó en casa a muchos veteranos que juegan en algunos de los mejores clubes del mundo.

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