En Bélgica este fin de semana y en Países Bajos siete días más tarde, Max Verstappen, nacido en Flandes, tiene en su tierra de origen una nueva ocasión para aumentar su cómoda ventaja a la cabeza del Mundial de Fórmula 1.
El neerlandés se fue al parón estival con los deberes hechos, después de ganar en Hungría a finales de julio. En esta segunda mitad de temporada que arranca en suelo belga, el piloto de Red Bull partirá como favorito: cuenta con 80 puntos de ventaja sobre el monegasco Charles Leclerc (Ferrari) y llega a «su circuito favorito», el mítico trazado de Spa-Francorchamps.
En las Ardenas belgas, el nativo de Hasselt, apenas a 100 kilómetros al norte, se impuso el año pasado después de un simulacro de Gran Premio, del que se disputaron tan solo dos vueltas detrás del coche de seguridad debido al diluvio que castigó al circuito.
El neerlandés logró una victoria en su país, en Zandvoort, que le sirvió para arrebatar el liderato al británico Lewis Hamilton (Mercedes). Esta temporada, su máximo rival corre montado en un coche rojo y se encuentra muy por detrás.
Max Verstappen thinks the FIA has gone ‘over the top’ with floor changes to address porpoising problems now that most teams have figured out how to combat it https://t.co/xN9wleFMgi #F1 #BelgianGP
— Motorsport.com (@Motorsport) August 25, 2022
A falta de nueve carreras para el final del Mundial, Verstappen tiene todas las cartas en la mano y podría incluso permitirse un fallo en uno de los tres grandes premios en otras tantas semanas consecutivas, con la prueba de Italia, en Monza, el 11 de septiembre.
Sin tener en cuenta un posible fallo del Red Bull, como ocurrió en Baréin y en Australia en el inicio de temporada, sería difícil imaginar que podría apartarle de la victoria, o en todo caso del podio (8 triunfos y otros dos podios de 13 posibles).
CAMBIOS EN EL CIRCUITO
En esta edición del Gran Premio de Bélgica, habrá que asimilar dos novedades: la primera, la modificación del exigente trazado de Spa en múltiples lugares, para reforzar la seguridad de los pilotos después de varios accidentes en los últimos años, entre ellos el impacto mortal del francés Anthonie Hubert en 2019.
«Las mejoras hechas en el circuito lo han vuelto un poco más ‘old school’, con las escapatorias de grava, que son una buena idea. Es mi pista preferida, así que estoy impaciente», expresaba Verstappen. La mítica curva de Raidillon de l’Eau Rouge también ha sido parcialmente retocada: con una escapatoria más grande, esta famosa subida con un 17% de inclinación seguida de una curva, a la que los pilotos se lanzan a ciegas, debería ser más segura, sin que ello cambie su mística.
Mejoras hechas para garantizar la permanencia del circuito como parte del Mundial 2023, ya que al igual que Mónaco, Bélgica todavía no ha firmado la prolongación del contrato con Fórmula 1. El jueves se anunció que Francia no estará en el calendario de la próxima temporada.
EFECTO ´MARSOPA´
La segunda novedad del fin de semana tiene que ver con el polémico rebote de los monoplazas, ya que la Federación Internacional del Automóvil (FIA) ha introducido una nueva directiva técnica a este respecto.
Para reducir ese «efecto marsopa», que puede ser doloroso e incluso peligroso a largo plazo para los pilotos, la FIA ha reaccionado. Después de haber controlado la oscilación de los monoplazas gracias a captores, se han definido los valores máximos de oscilación en los que los coches pueden evolucionar, con el objetivo de evitar alcanzar los valores críticos que podrían afectar la salud de los pilotos.
«Para nosotros, no es un gran problema», sentenció el patrón de la escudería Red Bull Christian Horner antes de la prueba. «Podría suponer una remodelación mayor del vehículo si el fondo plano tuviera que elevarse 25 mm como la FIA planea. Y podríamos decir que no se trata únicamente de una cuestión de seguridad», continuó, apuntando de manera indirecta a Mercedes.
Back on track and ready for Spa 👊🇧🇪 #KeepPushing pic.twitter.com/Jo3d701GqG
— Max Verstappen (@Max33Verstappen) August 24, 2022
Las flechas plateadas de Mercedes han sufrido en especial este efecto marsopa. Al contrario que Red Bull o Ferrari, la vigente campeona del mundial de constructores y escudería dominante en los últimos años, está ahora relegada a la tercera posición y todavía no ha encontrado una solución que reduzca el rebote sin perder potencia.