Mientras cobraban fuerza las versiones sobre una transferencia, crecía también la posibilidad de ver a Cristiano Ronaldo enfundado en la casaca del Manchester City. Ello inquietó a algunos exjugadores emblemáticos del otro equipo de la ciudad, particularmente Rio Ferdinand.
¿Cómo podía el jugador que ganó la Liga de Campeones y tres títulos de la Liga Premier con el Manchester United contemplar siquiera la posibilidad de militar en el rival acérrimo?
«Le llamé de inmediato», relató Ferdinand. «‘¿Qué pasa?’, le dije. ‘Dime que estás mintiendo'».
Para ese momento del jueves, el agente de Cristiano, Jorge Mendes, había informado ya a la Juventus que su representado, cinco veces nombrado el jugador del año, quería obviar el último año de su contrato.
Su destino, al menos de acuerdo con las versiones de prensa no desmentidas por el City, parecía ser la mitad azul de Manchester.
Haber contratado a uno de los mejores futbolistas de la historia -particularmente a una leyenda del United- habría constituido un final feliz para una semana difícil en el City.
El club había cortejado largamente a Harry Kane pero se percató de que Tottenham no vendería al delantero que fue el líder goleador de la Premier durante la temporada anterior, ni siquiera por 100 millones de libras (138 millones de dólares).
Las contraportadas de los diarios del viernes deslizaban la posibilidad sensacional de que Cristiano, de 36 años, ocupara el vacío en la delantera del equipo dirigido por Pep Guardiola, campeón actual de la Premier.
Pero para el mediodía del viernes, el estratega español reconoció: «Por ahora, esto luce mucho muy lejano».
La realidad es que Cristiano estará muy cercano, en la misma ciudad. El United reaccionó rápidamente para cubrir la cuota de transferencia.
Una vez que trascendió que Cristiano estaba libre —lo que nadie esperaba al comenzar la semana—, los jerarcas del United le dejaron claro a Mendes que deseaban el regreso del portugués al Old Trafford, 12 años después de que fue vendido al Real Madrid.
La tentación emotiva de volver con el club que lo fichó a los 18 años en 2003 y que le dio la plataforma para convertirse en un superastro del fútbol resultó más fuerte que la posibilidad de jugar con un City que ha usurpado el lugar del United como potencia de Inglaterra.
Cristiano escuchó la petición de Ferdinand y seguramente de otras figuras vinculadas con los Red Devils. El United llegó el viernes a un acuerdo para pagarle a la Juventus 15 millones de euros (unos 18 millones de dólares) por la transferencia, con 8 millones de euros (9 millones de dólares) por conceptos adicionales.
Sólo quedan por resolver los términos personales del convenio, junto con formalismos tales como la visa y el examen médico.
«Había una oportunidad de que él viniera y continuara con su legado y con su historia en este club», resaltó Ferdinand en un video en línea. «Si el Man United hubiera permitido que esto se le escapara entre sus dedos y si él se hubiera ido al otro lado de la ciudad, habríamos tenido que contar con personal de seguridad todos los días y a toda hora en el estadio y en las casas de algunas personas involucradas».
Ferdinand, exdefensa del United, no se estaba mostrando exagerado o alarmista.
El año pasado, hinchas enfurecidos atacaron la casa del vicepresidente del United, Ed Woodward, con bombas de humo y petardos. Y hace apenas cuatro meses, un grupo de seguidores irrumpió en el estadio, para invadir la cancha.
Hubo enfrentamientos entre esos hinchas y el personal de seguridad afuera de Old Trafford, lo que derivó en la posposición sin precedentes de un encuentro de la Premier por protestas.
El descontento se había apagado en buena medida, incluso antes del retorno de Cristiano, que entusiasma ya a los aficionados.
Aunque ésta es más una solución de corto plazo con la que Man United tratará de conquistar la Premier por primera vez desde el retiro de Alex Ferguson en 2013, la ventana de transferencias veraniegas ha incluido ya otras inversiones y adiciones significativas.
Un par de meses antes de evitar que Cristiano se uniera a su vecino, el United llegó a un acuerdo por 85 millones de euros (100 millones de dólares) con el Borussia Dortmund para incorporar al extremo Jadon Sancho, de 21 años y exjugador del City.
Luego, los dueños del United desembolsaron otros 34 millones de libras (47 millones de dólares) para firmar al central Raphael Varane del Real Madrid. El mismo Old Trafford donde habían ocurrido las protestas en abril y mayo albergó escenas de júbilo, cuando el francés de 28 años, ganador del Mundial, fue presentado frente a la multitud antes del puntapié inicial de la campaña.
Cristiano es la conexión con el pasado, capaz de recordar a los nuevos integrantes del equipo una era en que los Red Devils cumplían normalmente con la exigencia de ganar títulos para mantener felices a sus seguidores.
En 2008, Abu Dhabi inyecto grandes recursos al City, y la situación cambió.
«La nostalgia no siempre sirve en el fútbol», dijo Gary Neville, otro excompañero de Cristiano en el United y actual comentarista en Sky TV. «Pero la idea de que él llegara al City torturaba a los aficionados del United».