Por MARK PRATT
Agencia Ap
Dos amigos entrañables con síndrome de Down que causaron sensación hace cuatro años cuando crearon su propia película sangrienta de zombis están de regreso, esta vez en un documental promovido por una luminaria de Hollywood.
«Sam & Mattie Make a Zombie Movie», estrenado el martes en Apple TV, sigue a Sam Suchmann y Mattie Zufelt en su tenaz esfuerzo de 10 años para escribir, producir y protagonizar la cinta de 2016 «Spring Break Zombie Massacre», una comedia de terror con cabezas cortadas y arterias que brotan.
La película original llamó la atención nacional y les mereció a los dos nativos de Rhode Island una aparición en el programa de tertulia de Conan O’Brien.
Suchmann y Zufelt, ambos de 25 años, disfrutaron de la atención entonces y ahora también.
«Siempre he sido el tipo tímido», dijo Suchmann. «Ahora estoy experimentando lo que viven los chicos cool».
Pero cualquiera que los conozca sabe que no es la superación de una discapacidad lo que hace que su historia sea notable; es el empeño total que demostraron al hacer la película.
«Son un torbellino de energía y felicidad», dijo Peter Farrelly, al igual que ellos de Rhode Island y productor ejecutivo del documental, en una entrevista telefónica desde Los Ángeles. «Estos muchachos son realmente inteligentes y sabían lo que querían. Nuestro trabajo era ayudarlos, pero sin estorbarlos».
Farrelly, productor de la película ganadora del Oscar «Green Book» («Green Book: Una amistad sin fronteras»), y su hermano Bobby han incluido actores con discapacidades en sus películas durante años y han presionado para que otros agentes poderosos de Hollywood hagan lo mismo. Su filme de 2005 «The Ringer» («El farsante»), sobre alguien que finge tener una discapacidad y compite en las Olimpiadas Especiales, tuvo unos 150 extras con síndrome de Down.
Los Farrelly recibieron el Premio Morton E. Ruderman de Inclusión 2020, otorgado por la Fundación de la Familia Ruderman con sede en Boston, por demostrar logros sobresalientes en el campo de la inclusión de personas con discapacidades.
El documental ni siquiera menciona el síndrome de Down, dijo el hermano de Sam, Jesse Suchmann, quien junto con su amigo Robert Carnevale dirigió la película original reclutando amigos en la industria para ayudar con su tiempo, experiencia y equipos.
La esperanza es que la película inspire a otros a poner mentes neurodivergentes a cargo de procesos creativos, como lo hicieron Sam y Mattie, en lugar de simplemente ponerlos en un guion en nombre de la inclusión, dijo Jesse Suchmann.
Suchmann, de Providence, y Zufelt, de Bristol, han sido mejores amigos desde que se conocieron en las Olimpiadas Especiales en la escuela primaria. Descubrieron que tenían un amor mutuo por las películas de terror.
«Siempre nos han gustado las películas de terror y las películas de zombis», dijo Zufelt. «‘Saw’ (‘Saw: juego macabro’) y ‘Purge’ (‘La noche de la expiación’) siempre fueron mis favoritas».
Pensaron que podrían armar algo tan bueno como lo que veían salir de Hollywood. El resultado fue «Spring Break Zombie Massacre», una película de 45 minutos en la que interpretan a un par de hermanos que salvan al mundo de un apocalipsis zombi generado por el mismísimo diablo.
Farrelly, quien se ha convertido en mentor y amigo del dúo, dijo que ha visto la cinta unas 10 veces y que siempre lo hace sonreír.
«Se trata de lo que cualquiera tiene que hacer en la vida para hacer una película, o de hacer cualquier cosa en la vida que sea difícil», dijo. «La gente no debería ver su película porque la hicieron dos niños con síndrome de Down. Deberían verla porque es una muy buena película».
Zufelt y Suchmann tampoco han terminado: están planeando una secuela.
Suchmann prometió que será «épica».