Mario Alfredo Alvarado Vela
Escuela de Historia Universidad de San Carlos de Guatemala

La llegada de las fiestas de fin de año en Guatemala, tienen una connotación muy especial es al igual que otras conmemoraciones del calendario litúrgico de la iglesia católica las muestras más palpables de un sincretismo y misticismo único de la tierra del Quetzal. En este sentido la realización de los tradicionales nacimientos se encuentra sus orígenes en la época colonial de la mano del hermano Pedro de San José de Betancourt, quien introdujo esta práctica a nuestro país cuando aún nos encontrábamos bajo la dominación de la corona española. La realización del nacimiento es todo un arte que en este artículo no vamos a tratar este tema pero si de unos personajes que desde el siglo XVII se encuentran plasmados en todo lo relacionado a lo visual de la navidad en Guatemala. En la biblia se habla de la llegada de unos sabios procedentes de oriente para venerar al niño Dios lamentablemente el libro sagrado no dice, ni el numero ni nombres de estos personajes así mismo tampoco se menciona que sean reyes. En este sentido la cultura occidental fundamentada en las creencias ancestrales de las tradiciones orales les puso por nombre a estos tres personajes: Gaspar, Melchor y Baltazar ambos bajo esta misma interpretación terminaron, siendo reyes y hasta se logró construir una catedral en Alemania donde supuestamente están enterrados estos personajes, este criterio se empezó a ver ya en el siglo III de nuestra época. En este mismo contexto estos personajes llevan presentes que mas adelante se fueron dándole diversas interpretaciones como: oro para un Rey, incienso porque es Dios y mirra porque fallecerá en su misión de redentor. Con la llegada de la edad media Melchor empezó a ser visto como el representante de los europeos, Gaspar de los pueblos de Asia y Baltazar del continente africano estos relatos también se enriquecieron de las tradiciones extraídas de los evangelios apócrifos que vienen a dar un lugar bien importante a estos personajes en el proceso de adoración del hijo de Dios. En el caso de Guatemala existen ya desde la colonia bellas tallas y obras pictóricas que recrean a estos personajes en una situación de adoración y de llevar presentes a Cristo recordemos que la presencia de un rey de color en esta escena no será sino más formal hasta en el siglo XIV. Por lo cual en nuestro país esta representación, está bien definida en base a los cánones de la época colonial, hasta nuestros días, pero también es importante acotar como en el ideario de las fiestas de fin de año estos personajes fueron ganando un espacio y presencia al día de hoy. El proceso de evangelización del Nuevo Mundo fue una constante difícil para la iglesia católica tras la conquista y necesito de múltiples elementos que auxiliaran a los religiosos en sus labores para con los naturales de estas tierras. En este mismo contexto las disposiciones del concilio de Trento que coinciden con estos procesos en América fueron determinantes, para poder lograr mediante el arte y las representaciones de la plástica dejar también plasmado el misterio de la natividad y la presencia de estos tres enigmáticos personajes. En el siglo V el papa León I fue quien finalmente determino la existencia de estos personajes y fijo su numero en tres ahora bien en el lejano oriente las iglesias que se separaron de la comunión de Roma fijaron el numero de estos personajes en doce como hasta la actualidad ellos lo siguen creyendo. Con el paso del tiempo estos personajes lograron tomar una gran notoriedad al establecerse dentro del calendario litúrgico de la iglesia católica su festividad que se llamó la Epifanía fijándose para cada seis de enero. En el caso de nuestro país la festividad se fue expandiendo, hasta fundar poblados bajo la protección de estos personajes como San Gaspar Vivar en la periferia de la ciudad de Santiago de Guatemala o la tradicional feria que se realiza en el otrora barrio del Guarda Viejo cada día de reyes para conmemorar a estos personajes. En este sentido la llegada y el desarrollo del capitalismo comenzó a desplazar a estos personajes en muchos casos por la figura de Santa Clause o Papa Noel quien comenzó a verse como el icono de la navidad y quien entrega los presentes desplazando a los reyes magos. En la actualidad el culto y devoción a los reyes magos está presente en los poblados que los tienen como patrones, pero también en las distintas casas donde se les tiene veneración en cada nacimiento que se realiza siendo el día de reyes una expresión de esas tradiciones ancestrales que perduraran hasta nuestros días frutos del sincretismo y mestizaje que han existido desde el siglo XVI en nuestro país.

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