Por: Santos Barrientos
Resulta emocionante volver a Tabernas y otros lugares, de Roque Dalton. Su poesía y su compromiso social encuentran un punto de equilibrio. Es, naturalmente, la de él, una palabra vasta en imágenes que desgranan la miseria de El Salvador y de nuestro continente.
Adquirí esta obra en la Feria Internacional del Libro en Guatemala —FILGUA—, hace unos años, por recomendación de Leonel Juracán y de Giovany Coxolcá, dos escritores que se reúnen únicamente para insultarse (desconozco cuántas veces han llegado a los golpes). Recientemente adquirí la nueva edición en el Fondo de Cultura Económica. Los poemas que se incluyen en Taberna y otros lugares son una indagación en lo histórico-social de nuestros pueblos, llevan el color de la sangre en cada palabra; y son una muestra de la calidad literaria de los autores del istmo, pese a que para la crítica literaria universal Centroamérica casi nunca exista.
Roque Dalton nos habla con la sencillez de quien reconoce su pasado y su presente entre escombros, con la laboriosidad de quien se queda sin un pedazo de pan al final de la jornada, con el desamparo de los cuarteles, sin siquiera la opción del lápiz y del cuaderno para hablar de los huesos rotos en algunas partes del tiempo y de la humanidad.
Para estos tiempos de incertidumbre es necesario volver a Roque, para que a la par de las luchas populares haya una intensa crítica y autocrítica, para que nos diga que están bien las palabras pero que nadie con una dosis de dignidad puede desentenderse de los procesos sociales contemporáneos.
Leer Taberna y otros lugares es tropezar con la derrota y con la victoria. Porque al mismo tiempo que se es derrotado con las palabras, también está el optimismo escondido: el anhelo de libertad. Roque Dalton, por mucho, es uno de los poetas más importantes del siglo XX de El Salvador, de Centroamérica, del continente y de la lengua española. Su labor poética demuestra la reflexión radical y necesaria, tomando en cuenta que la literatura de finales del siglo pasado rescata la voz de los muertos, torturados y traicionados y desafía a las dictaduras más grotescas de Hispanoamérica.
En Taberna y otros lugares se observa el ejemplo de la luz y la oscuridad, la penumbra incesante que recorre por las calles del continente americano. Vemos, así, en unos de sus poemas, “El gran despecho”, cuando nos dice: “País mío no existes / sólo eres una mala silueta mía / una palabra que le creí al enemigo”.
Quienes se acerquen a este libro sabrán que la poesía no se limita a las lamentaciones personales, a la versificación insípida o a los panfletos facilones de quienes pretenden decir por primera vez lo que, otros ya dijeron hace décadas.
Roque es uno de nuestros referentes, una voz que no debe faltarnos. No sé si les vaya a pasar lo mismo o, para quienes ya lo han leído, les pasó lo mismo que a mí. No pude detenerme y lo leí de un tirón, subrayé versos y páginas enteras, como si tuviera miedo de perder lo que estaba encontrando, como si desde la calma de la página alguien tocara la palabra para acompañarme en estos tiempos convulsos que vivimos, sin posibilidades de organización popular.
Esta y otras se pueden adquirir, consultando en www.fceguatemala.com y a través de WhatsApp: 5017-3130 o por mensaje directo en redes sociales: FCE Guatemala. El envío es gratis en compras mayores de Q200, dentro del perímetro de la Ciudad de Guatemala y Q300 en los departamentos. Aplican restricciones.
Space Invaders, de Nona Fernández Silanes
Entre sueños y recuerdos, las voces de un grupo de niños reconstruyen los años de oscuridad y lo atroz de la dictadura chilena, reviven, ya como adolescentes, las normas que en aquel momento regían sus vidas, la desaparición inexplicable de algún hermano mayor y se centran en la repentina partida a Alemania de una compañera del liceo. Nona Fernández presenta a estos compañeros de primaria como testigos conscientes, protagonistas involuntarios y participantes políticos que se comunican formando una memoria donde «no hay palabras, ni nombres, sólo un cuerpo de muchas patas y manos y cabezas».
Víctimas de la opulencia y otros relatos, de Mariano Azuela
«Víctimas de la opulencia» es de un realismo estrujante, por duro y por vigente; un vívido retrato del México prerrevolucionario que describe la pobreza y la desigualdad que privaba y que la Revolución trató de revertir. Éste, como todos los cuentos de Mariano Azuela es a la vez denuncia y sátira, una mirada profunda sobre la condición humana y sus circunstancias. «Víctimas de la opulencia», «Lección que no aprendí en las aulas», «Lo que se esfuma», «Avichuelos negros», «El caso López Romero» y «Un rebelde», seis relatos para visitar el México de inicios del siglo XX, desde el campo o la metrópoli, en el porfiriato, la Revolución y el México posrevolucionario, son muestra de las amplias miras de la inclinación artística de Azuela: su narrativa de la revolución, la proletaria, la realista, la urbana y la vanguardista.
Cuando fuiste nube, de María José Ferrada
Poemario galardonado con el Premio Hispanoamericano de Poesía para Niños 2018, que destaca por la sutileza de sus metáforas que evocan una musicalidad visual entrañable. La voz poética lleva de la mano a un niño por senderos fantásticos a enfrentar una pérdida importante para él; nos encontramos con astronautas y con caballos, con monstruos debajo de la cama y montañas que se mueven, todo oscila entre el plano onírico y el real. A su vez, estos poemas ofrecen un redescubrimiento de las cosas, pues cada verso, ingeniosamente elaborado, hila una nueva mirada, una más inocente, que conduce a una perspectiva diferente y profunda de lo cotidiano. Esta obra crea un verdadero goce poético por su elocuencia, creatividad y profundidad filosófica.