Por: Ángel Elías
El 14 de septiembre se cumplirá un siglo del nacimiento de uno de los grandes escritores de Latinoamérica, Mario Benedetti nació en 1920, en Paso de los Toros, Uruguay. El autor llegó al mundo en un país resurgía económicamente, a pesar del término de la Primera Guerra Mundial. Benedetti nació en ese contexto y vino para no morir.
La vida de escritor, novelista y poeta vio su primera luz en 1945, cuando ejerció el periodismo en La Mañana, El Diario, Tribuna Popular y el semanario Marcha. Las letras lo acompañaron desde ese entonces. Pero su catapulta literaria llegó en 1956 cuando publicó su primer poemario: Poemas de la oficina, versos de los cuales se desprenden joyas como esta: “Vino el patrón y nos dejó su niño/ casi tres horas nos dejó su niño,/ indefenso, sonriente, millonario,/ un angelito gordo y sin palabras. /Lo sentamos allí, frente a la máquina/ y él se puso a romper su patrimonio./ Cómo un experto desgarró la cinta/ y le gustaron efes y paréntesis. Nosotros, satisfechos como tías,/ lo dejamos hacer. Después de todo,/ sólo dice «papá». El año que viene/ dirá está despedido y no sea idiota”.
En estos poemas, Benedetti tienen picardía, humor y un tanto de resignación al lento caminar y lógica absurda de la burocracia. Además, es una crítica a la vida de oficina que consume sin que nos demos cuenta. “El cielo de veras que no es éste de ahora/ el cielo de cuando me jubile/ durará todo el día/todo el día caerá/ como lluvia de sol sobre mi calva”.
Entonces aparece un poco del amor que regala Benedetti para un domingo o un día cualquiera, total para el amor no hay fecha que valga. “Hoy/ un domingo/ como cualquier otro/ uno de esos
que Dios ha reservado/ para el mate/ la radio despacito/ para el amor/ repetido en los parques”.
El compromiso de Benedetti frente a la sociedad se evidenció en dos de sus producciones El país de la cola de paja (1960), y las novelas: La tregua (1960) y Gracias por el fuego (1965). Obras importantes para conocer su literatura.
Benedetti vivió muchos años fuera de su país, pero no por ello se sintió alejado de los contextos políticos que tuvieron una carga importante en sus letras. Vivió en Cuba, Perú y España. Escribió una novela en verso llamada: El cumpleaños de Juan Ángel (1971). Presentó el tema del exilio en la novela: Primavera con una esquina rota (1982) e hizo una novela autobiográfica: La borra del café (1993).
La obra de Benedetti, desde que comenzó la época del internet, se ha divulgado mucho, principalmente entre los jóvenes internautas de principios de siglo, los que solían regalar poemas de amor escritos por Benedetti junto a la imagen de algún dibujo animado. En la Ciudad de Guatemala, no era extraño ver a vendedores ambulantes vendiendo estampas de cartón con este famoso poema: “Mi táctica es/ mirarte/ aprender como sos/ quererte como sos/ mi táctica es/ hablarte/ y escucharte
construir con palabras/ un puente indestructible/ mi táctica es/ quedarme en tu recuerdo
no sé cómo/ ni sé/ con qué pretexto /pero quedarme en vos”. Táctica y estrategia fue un poema insigne en diversas generaciones de enamorados.
Pero su poesía no se resume a algunos versos, va más allá con los libros: La casa y el ladrillo (1977), Vientos del exilio (1982), Geografías (1984) y Las soledades de Babel (1991). Dignos de ser leídos, sin la premura de la vida actual. “Tus manos son mi caricia/ mis acordes/ cotidianos/ te quiero porque tus manos/ trabajan por la justicia/ si te quiero es porque sos/
mi amor mi cómplice y todo/ y en la calle codo a codo/ somos mucho más que dos”. A los mejor Benedetti gusta porque recuerda los amores combativos y comprometidos. Porque sus palabras van más allá de lo aparentemente cursi, llegan al corazón del compromiso social. Feliz cumpleaños, compañero Benedetti.
Mario Benedetti murió en Montevideo, Uruguay, el 17 de mayo de 2009.
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