Pasa el tiempo sin sentir
Cuando una cosa (la música o cualquier forma bella) nos colma de intenso gozo y excita de tal modo a una cualquiera de nuestras facultades del alma que absorbe todos sus espíritus, el alma resulta incapaz de atender a ninguna otra facultad o actividad… Pasa el tiempo, y ella no se da cuenta, pues el espíritu que percibe el fluir del tiempo difiere de la facultad en que el alma se encuentra entonces. Liberada una potencia, permanece la otra encadenada.
(Divina comedia: Purg. IV 1-12).