Por BERENICE BAUTISTA
CIUDAD DE MÉXICO
Agencia (AP)

En 2003, al comienzo de su carrera, Mala Rodríguez compartió cartel con Gustavo Cerati, Café Tacvba, Kinky y Placebo en el Foro Sol de la Ciudad de México. Fue una de las experiencias más memorables para la artista española, aunque el público no la recibió precisamente con los brazos abiertos.

Su presentación duró menos de lo previsto, muchos le pintaron el dedo medio y otros le gritaban que se fuera. Pero la cantante dio guerra y finalmente logró hacer que bailaran.

«La gente acabó moviéndose y cantando ‘La Niña’. Fue muy emocionante», dijo La Mala en una entrevista reciente realizada por videollamada desde Barcelona. «Lo recuerdo como uno de los shows más emocionantes que viví. Me encanta porque experiencias así son las que a uno le hacen».

Quince años después, en el mismo foro, tuvo una de las presentaciones más celebradas en el festival Vive Latino. Sin embargo Rodríguez, lanzó su séptimo álbum, «Mala», confiesa que a lo largo de su carrera se ha sentido sola en muchos momentos, incomprendida musicalmente.

«Como que estaba haciendo algo muy raro. No estaba haciendo rock, no estaba haciendo pop, tampoco era el rap puro ‘hardcore’ que era lo que hacían los otros chicos», dijo. «Yo iba con mis historias de mujer, con mi puesta en escena libre de prejuicios, y chocaba mucho y chocó por mucho tiempo. Yo creo que hasta hace dos años no se ha empezado a ver como normal».

La búsqueda no se detiene para la artista laureada con el Latin Grammy.

En «Mala», su primer disco en siete años, presenta temas más bailables como «Pena» con Cecilio G o «Dame bien» con Guaynaa y Big Freedia, y canciones más sensibles como «Mami», en la que acompañada de un piano expresa lo mucho que extraña a su madre, además de la imponente «Superbalada», en la que hace gala de sus raíces gitanas.

«Siento que he andado un duro, largo camino y que puedo decir con orgullo que soy La Mala porque me ha costado, es para mí como una medalla», dijo la cantautora, quien reconoció que por ha tenido «ganas dejarlo todo».

«Muchas veces lo que a mí me ha dado la fuerza es sentir que hay un público… sentir que estoy dando un mensaje, que estoy inspirando a otros… y este disco es un pedazo más de mí», agregó.

El álbum también incluye «Like», una canción sobre el flirteo virtual en redes sociales, que dijo que le gustan porque ayudan a personas más tímidas a desenvolverse y «de hecho creo que reflejan cómo somos en muchos casos».

Con su nueva producción La Mala quiere dejar en claro que no piensa dejar de evolucionar, y este nuevo lanzamiento lo toma «en paz y feliz, agradecida y disfrutándome».

A sus 41 años, la artista y madre de familia también dijo que muchas veces ha sentido «una sombra» encima por lo que la sociedad dice que puede o no hacer una mujer de su edad.

En cuanto a la nueva normalidad tras la cuarentena por el coronavirus, dijo que quisiera seguir teniendo la calma para escucharse a sí misma y pasar más tiempo con su familia.

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