Cuando el crepúsculo caía, imagínate el silencio, la paz de esa hora. Imagínate una pequeña avenida de grandes álamos con su follaje otoñal. Imagínate un ancho camino hecho de barro, de barro negro, teniendo a la derecha un brezal hasta el infinito; a la izquierda, otro brezal hasta el infinito, las oscuras siluetas triangulares de algunas chozas de hierba, la claridad rojiza del fogón en sus ventanas, charcos de agua de un amarillo sucio, en que el cielo se refleja y donde se pudren raíces. Imagínate ese amasijo de barro en la tarde crepuscular; el cielo blancuzco por encima y todas esas cosas negras sobre ese fondo blanco. Y, sobre ese montón de barro, un personaje enteramente peludo, el pastor, masa oval en dos mitades, la una de lana, la otra de barro, chocando y penetrándose mutuamente. Y el rebaño, que le ves venir, que te rodea; luego das media vuelta y te pones a seguirlo. El rebaño indócil avanza sobre el camino de barro; avanza penosamente. Pero a lo lejos aparece la granja, techos musgosos, montones de paja y de turba entre álamos. El redil ya no es más que una sombría silueta triangular. Su puerta es grande, está abierta; se diría la entrada de una guarida. Por las fisuras entre las planchas, el cielo trasparece al fondo. La caravana de lana y de barro se hunde en el negro antro, el pastor y una mujeruca llevando una linterna cierran las puertas. Este regreso del rebaño en el crepúsculo era como el final de la sinfonía que ayer escuché. La jornada pasó como un sueño; de la mañana a la tarde estuve tan absorto en aquella música melancólica, que me olvidé de comer y de beber. Una raja de pan de campo y una taza de café, eso es todo lo que había tomado en la pequeña hospedería en que dibujé el torno. El día había pasado; de la aurora al crepúsculo, o más bien de una noche a otra, yo me había olvidado de mí mismo en esa sinfonía. Regresé a casa, y, cerca del fuego, caí en la cuenta de que tenía hambre, y me pareció que era un hambre enorme…
(Carta a su hermano Theo, desde Drenthe, septiembre-noviembre 1883).