El marchante de arte multimillonario David Nahmad posa delante de un colorido cuadro del franco-estadounidense Arman, en su casa en Mónaco. FOTO LA HORA: JOHN LEICESTER/AP.

Por JOHN LEICESTER
MÓNACO
Agencia (AP)

David Nahmad, multimillonario y coleccionista de arte, no recuerda exactamente por qué compró «Nature morte» («Naturaleza muerta»), un encantador y sencillo óleo que Pablo Picasso pintó en 1921.

Como Nahmad posee unas 300 obras del genio español, su olvido es quizás comprensible. Con semejante colección de Picasso según Nahmad la más grande del mundo en manos privadas a veces se pierden los detalles.

«Hemos comprado tantos Picasso, que no recuerdo la razón específica», dijo Nahmad en una inusual entrevista exclusiva con The Associated Press en su lujosa casa en Mónaco.

«Es el cuadro más pequeño que tengo».

No por mucho más tiempo.

Alguien muy afortunado en algún lugar del mundo acompañará pronto a Nahmad en el privilegiado club de propietarios de obras del pintor malagueño, cuando «Nature morte» se rife para una causa benéfica este mes.

Los boletos, que se venden por internet, cuestan 100 euros (113 dólares) cada uno. El ganador de una rifa similar en 2013 fue un joven de 25 años de Pensilvania que trabajaba con sistemas antiincendios.

Nahmad, uno de los marchantes de arte más influyentes del mundo, recibirá un millón de euros (1,1 millones de dólares) por el cuadro, pero dice que vale «al menos dos, tres veces» eso.

«Esta rifa no habría tenido éxito si el nombre no fuese Picasso. Intenté proponer otros nombres de artistas. Pero no funcionaría, porque querían un nombre que atrajese a todo el mundo. Tiene que ser Picasso. Picasso es el nombre mágico», dijo a la AP.

La vasta colección de arte moderno e impresionista de Nahmad incluye otros cuadros más valiosos y reconocidos. Acumuladas a lo largo de décadas, las obras estarían valoradas en 3 mil millones de dólares según Forbes. Nahmad no pone cifras.

«No creo que a la gente le importe el número de obras, sino su calidad», señaló.

Pero la posibilidad de separarse de «Nature morte» le ha hecho apreciar más el pequeño bodegón, firmado «Picasso» y que muestra un diario y un vaso de absenta en una mesa de madera.

El artista acababa de ser padre de su hijo Paulo con su primera esposa, la rusa Olga Khokhlova, y cuando terminó el cuadro en junio de 1921 estaba a punto de cumplir 40 años.

«Creo que esta pintura es extremadamente elegante», apuntó Nahmad. «Y el hecho de que es pequeña, hace que no sea pretenciosa. Una pequeña joya».

El sorteo de la rifa se celebrará en París el 30 de marzo. Las organizadoras Péri Cochin, una productora de televisión, y Arabelle Reille, una historiadora del arte, esperan vender 200 mil boletos para recaudar millones con los que llevar agua a aldeas en Camerún, Madagascar y Marruecos.

Decidieron pagarle el cuadro a Nahmad, en lugar de pedir una donación, porque con esto esperan animar a otros coleccionistas o galeristas a separarse de sus Picasso para futuras rifas.

«Primero David dijo, ‘No creo que tenga un cuadro por un millón de euros. Tengo pinturas realmente bonitas que valen mucho más que eso. ¿Pero saben qué? Veamos juntos mi libreta, mi libreta de colección, y tratemos de encontrar algo juntos'», recordó Reille.

«Por un millón de euros, normalmente puedes obtener un dibujo bonito, una acuarela, un hermoso grabado.
Pero es extremadamente inusual encontrar una pintura, y nosotros encontramos esta al final», agregó.

Nahmad, de 72 años, comenzó a comerciar arte con sus hermanos en la década de 1960, pagando apenas 5 mil dólares por obras de Picasso y construyendo la colección de arte que los hizo multimillonarios. Su suntuoso apartamento en Mónaco queda en una de las direcciones más buscadas por ricos y famosos en el principado, con espectaculares vistas al Mediterráneo. Esculturas de Alberto Giacometti agracian la residencia y obras del pintor cubista francés Fernand Léger y otros artistas decoran sus paredes.

Nahmad dice que sus obras son tan preciadas como hijos para él y que separarse de ellas le resulta difícil. Rememoró sus primeras adquisiciones de obras del surrealista belga René Magritte, el pintor irlandés Francis Bacon y otros cuando todavía podían conseguirse baratas. Nahmad su ambición «antes de morir» es seguir mejorando su fabulosa colección, que describió como «un ser viviente».

«Uno aprende cada día», dijo. «Cada vez que uno compra una pintura, uno quiere saber más».

Nahmad cree que a Picasso, quien murió en 1973, le habría gustado la rifa de su cuadro al público.

«Picasso era muy generoso. Le dio pinturas a su chofer, a su sastre», contó Nahmad. «Quería que su arte fuera coleccionado por todo tipo de gente, no sólo los súper ricos».

Ahora espera que el ganador de «Nature Morte» sea alguien que lo aprecie. De lo contrario, «seré muy infeliz» y «me gustaría comprarlo de vuelta», dijo.

«No hay nada peor que poseer algo sin entenderlo», señaló. «Es como la gente: si no entiendes a una persona ya sea tu esposa, tu novia o quien sea nunca podrá gustarte».

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