CRÓNICA DE UN TRIUNFO ANUNCIADO

Dennis Orlando Escobar Galicia
Escritor

La nonagésima segunda (92) ceremonia de premiación de los premios Óscar de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos se convirtió en histórica: por primera vez una película de idioma diferente al inglés, “Parásitos” de Corea del Sur, obtiene el Óscar a la Mejor Película Internacional. Además fue galardonada con otros tres Óscares: Mejor Director, Mejor Guion Original, Mejor Película Extranjera.

Para algunos cinéfilos -como quien esto suscribe- era de esperar que ya el cine surcoreano luciera en tan noticiado show estadounidense. Desde hace varios años el cine de Corea del Sur, país que goza de aprobada evaluación de los Estados Unidos, viene produciendo más buenas que malas películas de tipo hollywoodense. Antes de los Óscares obtenidos, algunos filmes de autoría surcoreana habían sido muy bien calificados en diferentes festivales. El productor de Parásitos, Bong Joon-ho, es uno de esos fabricantes de la industria del espectáculo que cautiva a los espectadores del cine. En 2010 su obra The Mother fue nominada a mejor película extranjera.

Antes de llegar a la gala de los Óscares, ya Parásitos se anunciaba como favorita para obtener más de algún premio. En el festival de Cannes, el 21 de marzo de 2019, se convirtió en la primera película de Corea del Sur en ganar la Palma de Oro por unanimidad. En la 77 edición de los premios Globo de Oro, ganó el galardón a la mejor película en lengua extranjera.

Y… es que Bong, sabe, por ser educado en los grandes platós de cinematografía occidental, producir mensajes mediáticos a las grandes mayorías. No en balde estudió cine en la más prestigiosa universidad coreana y pasó largas noches espulgando los textos de los más notables guionistas y las fórmulas de directores hollywoodenses. Recordemos que el día de la entrega del premio dijo: “…cuando era estudiante me tocó estudiar las películas de Martín Scorsese, siendo uno de mis principales influyentes”. Ese día le ganó al maestro: El irlándes, la favorita para ganar varios premios se quedó con las manos vacías. Algunos críticos dicen que Hollyvood no quiere a Scorsese. Pero… ¿por qué?: si no es ningún Francis Ford Coppola.

Bong Joon-ho empezó a descollar con Memories of Murder (2003) y se posicionó como uno de los cineastas más reconocidos de Asía y el favorito de productores occidentales con su película The Host (2006). Esta última trata de monstruos producidos por la contaminación radioactiva en cuerpos de agua. Su éxito fue tal que se convirtió en el filme más taquillero en la historia de Corea del Sur.

Desde sus inicios en el cine, el coreano Bong se singularizó por utilizar varios géneros en una misma producción. Posee la habilidad de enganchar al espectador a través de la risa al llanto o de la ira a la tranquilidad. “Sus películas se caracterizan por el humor negro y por los cambios bruscos de emociones”, dicen algunos críticos. Pero también, aunque muy tímidamente, introduce crítica social y política. Él cuando fue estudiante participó en manifestaciones y fue miembro de partidos democráticos y progresistas de Corea del Sur.

Parásitos trata de dos familias surcoreanas de condición socioeconómica contrapuesta, una acaudalada y otra paupérrima; ambas de cuatro miembros: el matrimonio y dos hijos (un hombre y una mujer). A través de mentiras y picardías toda la familia pobre llega a trabajar para la familia rica.

En el libreto se presenta a la familia rica sin talento para las labores domésticas; además califica a los ricos como crédulos, ingenuos y amables. “La gente rica es ingenua y sin resentimientos”, dice la hija pobre a sus padres.

A la familia pobre la caracterizan como inteligente, cínica, individualista, delincuente. Se apropia de la tecnología para lograr sus mezquinos intereses de sobrevivencia. Además no les importa aplastar a otros de su misma condición.

Para marcar las diferencias de clase el drama presenta escenas risibles, como es el caso de que el hijo pequeño de la familia rica descubre que los cuatro sirvientes de la casa tienen el mismo olor. Huelen al igual que la humedad y la basura de los sótanos porque allí viven muchas familias paupérrimas. También hay una escena erótica del matrimonio rico que hace pensar en el poema Ustedes y Nosotros de Mario Benedetti.

En fin…el drama resume que los de arriba se orinan y cagan en los de abajo. Los perros de los ricos viven mejor que los pobres. Las escenas cuando se preocupan del alimento de los perros nos recuerdan las Casas de Cartón del grupo Guaraguao. Pero cuando los de abajo tienen acceso a las comodidades de los ricos se empachan.

Parásitos en su desarrollo nos muestra la realidad habitacional de muchas familias de Seúl: los acaudalados construyen sus mansiones con túneles en caso de que Corea del Norte lance misiles o los acreedores los acosen. Pero…también en muchos de esos sótanos habitan clandestinamente sus contrarios.

En la obra de Bong se pone énfasis en la educación universitaria para que los de abajo acedan a tener una profesión que les de dinero y puedan gozar de las comodidades de los de arriba. Así lo deja entrever, por lo que en ningún momento se manifiesta el poder transformador de la lucha de clases.

El final de la película es macabro, evidenciando que en sociedades donde prevalece el capitalismo salvaje, donde hay un abismo entre las clases sociales, los pobres ante su impotencia pueden llegar a la locura.

Pero…como Parásitos en una película de comedia negra que provoca varios estados de ánimo por articular varios géneros, ha impresionado hasta a críticos anticapitalistas: “Magistral Parásitos y pecado de cinefilia no verla”, escribió en Granma Rolando Pérez Betancourt, uno de los más agudos críticos de cine en Cuba.

Mientras tanto, Parásitos, hasta cuyo nombre es ambiguo y sugerente, está dando de qué hablar y escribir. En uno de sus mítines el presidente Donald Trump, para cambiar de tema, criticó a la ganadora del Óscar solo porque es surcoreana. “¿Qué diablos fue eso?”, dijo el mandatario y agregó: “ya tenemos suficientes problemas con Corea del Sur con el comercio internacional”. La respuesta de la distribuidora de Parásitos fue inmediata en Twitter: “Es comprensible, no sabe leer”. Y…hasta un productor de la India, P.L. Thenappan, acusa de plagio a los creadores de Parásitos y promete demandarlos. Asegura que le robaron la idea principal de su película Minsara Kanna.

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