Por DANICA KIRKA
LONDRES
Agencia (AP)
El príncipe Enrique de Gran Bretaña y su esposa Meghan anunciaron que planean retirarse como miembros prominentes de la familia real británica en una declaración sorprendente que subraya el deseo de la pareja por forjar un nuevo camino para los integrantes de la realeza en el mundo moderno.
En un comunicado emitido ayer por el Palacio de Buckingham, anunciado como «un mensaje personal del duque y la duquesa de Sussex», la pareja real señaló que tiene la intención de ser «económicamente independientes» y «equilibrar» el tiempo que pasarán entre Gran Bretaña y Norteamérica.
«Tras muchos meses de reflexión y debate interno, hemos decidido hacer una transición este año para comenzar a forjar un nuevo papel progresivo dentro de esta institución», dijeron Enrique y Meghan en su misiva. «Tenemos la intención de retirarnos como miembros ‘de alto rango’ de la familia real y trabajar para volvernos económicamente independientes, mientras continuamos apoyando totalmente a su majestad la reina».
Enrique, de 35 años el hijo menor del príncipe Carlos y la fallecida princesa Diana, es nieto de la reina Isabel II y sexto en la línea de sucesión al trono británico. Con su cabello pelirrojo es uno de los integrantes más distintivos y populares de la familia real.
Antes de casarse con Enrique en una boda vista en todo el mundo en 2018, la duquesa de Sussex, de 38 años y nacida en California, trabajaba como actriz y era conocida como Meghan Markle. Tuvo un papel estelar en la serie «Suits». La pareja tiene un bebé llamado Archie, nacido en mayo de 2019.
En su comunicado no revelaron en qué parte de Norteamérica planean asentarse, pero dijeron que su hijo es una de las razones por las que decidieron vivir parte de su tiempo fuera de Gran Bretaña.
«Este equilibrio geográfico nos permitirá criar a nuestro hijo con gratitud por la tradición real en la que nació, al tiempo que le da a nuestra familia el espacio para enfocarnos en el siguiente capítulo, incluyendo el comienzo de nuestra nueva organización benéfica», señalaron.
Horas después el Palacio de Buckingham emitió un segundo comunicado en el que se daba a entender que el primero tomó a algunos en la familia real por sorpresa. El comunicado señala que la situación con el duque y la duquesa de Sussex está en una «etapa temprana».
«Entendemos su deseo por tomar un nuevo enfoque, pero estos son temas complicados que requerirán tiempo para resolverse», señala.
Enrique y su familia se ausentaron de la tradicional reunión navideña de la reina en su propiedad en Sandringham para viajar a Canadá y para ver a la madre de Meghan, Doria, quien vive en California. Meghan creció en Los Angeles y vivió en Toronto mientras trabajaba en la serie «Suits».
El mensaje sobre los planes de la pareja también fue publicado en su página de Instagram, junto con un vínculo al sitio de internet sussexroyal.com, donde incluyeron información adicional.
El sitio detalla porqué buscan independencia económica del mecanismo de financiamiento de la monarquía, conocido como el Fondo Soberano. Señala que el fondo, al que planea renunciar la pareja, cubre únicamente el 5% de sus costos y se usa para los gastos de su oficina oficial.
Meghan y Enrique «aprecian la capacidad para obtener un ingreso profesional, que bajo la estru ctura actual tienen prohibido hacer», señala el sitio. «Sus altezas reales consideran que este nuevo enfoque les permitirá continuar con sus deberes con su majestad la reina mientras hacen que la futura autonomía financiera trabaje de manera externa».
Aunque estaba acostumbrada a la atención de los medios como actriz y defensora de los derechos humanos antes de su matrimonio, la duquesa ha dicho abiertamente que el nivel de notoriedad que implica ser parte de la familia real británica le resultaba difícil.
La pareja abordó específicamente el trato que han recibido de los tabloides británicos, que históricamente ha cubierto de manera agresiva todo lo relacionado con la realeza.
En octubre Meghan demandó a un diario por violación a los derechos de autor por publicar una carta que escribió a su padre, del cual está distanciada. Ese mismo mes Enrique presento su propia demanda contra dos de los tabloides más populares por supuestamente intervenir mensajes de voz telefónicos.
El príncipe también criticó a los medios británicos por su trato a Meghan, acusando a la prensa de asecharla como lo hicieron con su madre, la princesa Diana, quien murió en 1997 en un accidente automovilístico mientras trataba de eludir a unos paparazzi en París.
«Mi mayor temor es que la historia se repita. He visto lo que sucede cuando alguien que amo es tratado como mercancía al grado de que ya no son tratados o vistos como una persona real. Perdí a mi madre y ahora veo a mi esposa caer víctima de las mismas fuerzas poderosas», dijo Enrique a finales de año.
La pareja real reveló sus problemas con los medios en el documental de ITV «Harry & Meghan: An African Journey» que los siguió por en su gira por Sudáfrica en otoño pasado. Ambos dijeron que han tenido dificultades bajo los reflectores y que gran parte de lo que se dice de ellos no es verdad.
La duquesa dijo a ITV que sus amigos británicos le habían advertido que no se casara con el príncipe por el intenso escrutinio de los medios de comunicación que enfrentaría en Gran Bretaña. Meghan dijo que rechazó «ingenuamente» las advertencias porque como estadounidense no entendía cómo funcionaba la prensa británica.
«Nunca pensé que sería fácil, pero pensé que sería justo, y esa es la parte con la que es difícil reconciliarse», dijo. «Simplemente tomo las cosas un día a la vez».
La duquesa dijo que la presión se agravó por el hecho de que pasó rápidamente de ser una recién casada a estar embarazada y ser madre primeriza.
Los medios británicos también han hablado mucho de una supuesta rivalidad entre Enrique y su hermano mayor, el príncipe Guillermo, quien es segundo en la línea de sucesión al trono británico. Enrique y Meghan decidieron mudarse del Palacio de Kensington en Londres, donde vive Guillermo con su familia, a Frogmore Cottage en Windsor.
En la entrevista con ITV, Enrique reconoció que él y Guillermo, de 37 años, han tenido diferencias pero que la mayoría de lo que se ha publicado ha sido «creado de la nada».
«Somos hermanos, siempre seremos hermanos», dijo Enrique. «Definitivamente estamos en caminos diferentes en este momento, pero siempre estaré ahí para él como sé que él estará siempre ahí para mí».