BADAJOZ
Agencia dpa / (Europa Press)

El Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo (MEIAC) expone desde este jueves la muestra Edgardo Antonio de Vigo y la edición en red, que se centra en la labor editorial del argentino que da nombre a la exposición, un artista y poeta visual que es considerado como uno de los principales artífices del “arte-correo”.

La exposición cuenta con un catálogo con textos críticos a cargo de la comisaria Belén Gache, del crítico y poeta mexicano César Espinosa Vera y del artista argentino Fernando García Delgado, e incluye una entrevista inédita al propio Vigo.

El material expuesto forma parte de la colección extremeña Espino-Sánchez Grande y ofrece una selección de diversos números de las revistas ‘‘Diagonal Cero’’, ‘‘Hexágono’’, ‘Nuestro Libro Internacional de Estampillas y Matasellos’ así como de ‘‘El libro internacional’’. La edición fue una actividad central en su producción estética, que encaró de forma creativa, experimental, colectiva y colaborativa, asociada a lo que hoy conocemos como arte de redes.

En la obra de Vigo se puede “rastrear la huella antiartística de la estética ‘da-dá’ pero también la del arte concreto, el arte conceptual y el arte político”, explica la Junta en nota de prensa.

La exposición ha sido inaugurada en la tarde de este jueves en un acto en el Meiac, en el que ha participado la secretaria general de Cultura, Miriam García Cabezas, quien ha destacado la calidad artística de Antonio de Vigo.

Así, en la exposición se pueden ver una selección de números de sus “revistas ensambladas”, las cuales incluyen piezas gráficas originales del propio Vigo y de destacados artistas internacionales de los años 60 y 70.

También se exhiben otras obras por él realizadas como xilografías, registros de performances y diferentes revistas internacionales de arte correo con las que Vigo colaboraba, todas ellas pertenecientes a la colección Espino – Sánchez Grande.

Cabe destacar que Vigo fue uno de los primeros editores de “revistas ensambladas” en el mundo y utilizó su red de contactos de arte correo para “promover tanto la unión del arte con la vida cotidiana como el cuestionamiento de los valores sociales imperantes”.

Su interés se centró siempre en la producción de un arte participativo, colaborativo y colectivo, un arte que, a su criterio, no debía ser solamente “para contemplar” sino que debía surgir de la participación de todos, rompiendo con la separación tradicional entre el “artista consagrado” y el público y promoviendo una cultura horizontal y no jerárquica.

La noción de “edición en red” remite aquí a estas redes culturales e intelectuales de plataformas creativas, de denuncia, de ideas, que se fueron tejiendo en aquellos años. Además, aparece hoy como un claro antecedente de manifestaciones como el net art y la poesía electrónica surgidas con la aparición de los nuevos medios digitales y de Internet.

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