De izquierda a derecha la directora Alma Har'el, el actor Lucas Hedges y el actor Shia LaBeouf posan durante la promoción de su película "Honey Boy" en el Festival de Cine de Londres. Foto la hora: Joel C Ryan/Invision/AP)

Por JAKE COYLE
NUEVA YORK
Agencia (AP)

Mientras estaba en una rehabilitación ordenada por la corte tras su arresto viral de 2017 por embriaguez en la vía pública y desorden público, Shia LaBeouf plasmó las reflexiones sobre su infancia en un guion.

Después de todo eso era lo que mejor sabía hacer, tras actuar desde los 10 años y con una vida entre guiones, algunos mejor que otros, pero pocos tan crudos e íntimos como el que escribió.

Tenía la intención de que fuera un ejercicio terapéutico para rastrear el origen de su alcoholismo (el cual llevó a ese arresto) y el estrés postraumático que le diagnosticaron. El actor escribió sobre él mismo y sobre su padre. No había hablado con él en siete años. Su padre, cuyo nombre es Jeffrey LaBeouf, había rendido servicio en la guerra de Vietnam y trabajado como payaso de rodeo. Cuando LaBeouf era un actor infantil en ascenso, él fungía como chaperón pagado de su hijo. Su padre lo apoyaba agresivamente, estaba lleno de celos y, según la película, llegaba a ser abusivo.

LaBeouf le envió su guion a una amiga, la directora israelí Alma Har’el. Ella le respondió inmediatamente que la tenían que convertir en una película.

“Pensé que estaba loca”, dijo LaBeouf. “No pensaba que podríamos conseguir financiamiento. No creí que nadie quisiera hacer más películas conmigo. Iba a unirme a los Cuerpos de Paz”.

En vez de eso, Har’el encontró el financiamiento y así surgió “Honey Boy” pero con un giro impulsado por la directora: LaBeouf interpreta a su padre. Ahora esta es la película más aclamada por la crítica de la carrera del actor.

“Honey Boy”, que estrenará Amazon Studios en cines este fin de semana, es radicalmente autobiográfica a pesar de tratarse de un actor bastante conocido.

Como terapia, es un impactante ejercicio de empatía que le causa dificultad a LaBeouf, pero con el que finalmente logra hacer las paces con su padre. LaBeouf lo considera un acto de exorcismo y liberación.

“Hay algo liberador en esta experiencia y también es enloquecer un poco”, dijo LaBeouf. “Volverse un poquito loco, se lo deseo que todos. Es muy liberador alocarse un poco, loco es libertad”.

Har’el consideró que el primer acto de LaBeouf, antes de comenzar a rodar, debería ser ir a hablar con su padre, quien vive en Costa Rica. Así lo hizo, le leyó el guion y recibió su bendición “legal y espiritualmente”, dijo Har’el.

“Ya no peleamos entre nosotros”, dijo LaBeouf. “Lo extrañaba terriblemente, nos extrañábamos el uno al otro. Por encima de querer tener la razón, lo que más quiero es a mi papá”.

Sus divisiones, dijo, surgieron en parte por la política, pero más profundamente por el periodo retratado en “Honey Boy”, cuando LaBeouf protagonizaba el programa de Disney Channel “Even Stevens”. Para estar más cerca del set LaBeouf vivió por un tiempo en un motel con su padre (sus padres son divorciados).

Un adicto en recuperación (retratado en la película como sentenciado por delitos sexuales), el padre de LaBeouf era de muchas maneras un hombre poco apto para ser padre. La actuación de LaBeouf es un retrato tierno de un hombre dañado que dañó a su hijo, pero que a pesar de esto le dio mucho. Al ponerse en los zapatos de su padre, LaBeouf pudo ver la vida juntos desde la perspectiva de su papá.

“Mi padre es un luchador, un sobreviviente. Es una especie de cucaracha”, dijo LaBeouf. “Es increíble cómo se ha podido mantener a flote. No puedo creer que sigue vivo. Es un poeta de la calle. Es cultura vaquera, es cultura estadounidense. Es un soldado, es un artista, es un comediante, es un amante. Es un hombre hermoso”.

Para entrar en personaje LaBeouf, dijo que trató de encontrar la voz de su padre, que tiene un sonido nasal por los años de uso de cocaína que afectaron su nariz. LaBeouf también hizo otros esfuerzos por lograr el físico de su padre.

Más allá de la prótesis, esa gran masculinidad era parte del proceso, dijo el actor.

En la película Noah Jupe interpreta al pequeño Shia (Llamado Otis en la cinta) y Lucas Hedges lo interpreta en los años posteriores, incluyendo su rehabilitación.

Har’el, dijo LaBeouf, es “por mucho” la mejor directora con la que ha trabajado (el actor fue productor ejecutivo de la película de la directora «LoveTrue»). Cuando ella terminó “Honey Boy” le envió un link al padre del actor y colocó una cámara para que su hijo pudiera ver sus reacciones al ver la película.

Esta semana en la ceremonia de los Hollywood Film Awards, LaBeouf recibió un premio a mejor guion por “Honey Boy”. Le agradeció a sus padres, pero también al policía de Savannah, Georgia, que lo arrestó por “cambiar mi vida”. Al día siguiente, dijo LaBeouf, el policía lo llamó para invitarlo a pescar.

LaBeouf no deseaba volver a hablar de su arresto, dice que ya lo dijo todo antes. Algunas memorias todavía le duelen, pero después de “Honey Boy”, dice, es difícil dibujar un límite.

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