SANTIAGO DE COMPOSTELA
Agencia dpa / (Europa Press) –
La pieza tiende lazos con la diáspora y actualiza el debate sobre el realismo y la mujer en el arte, convirtiendo una labriega en «una diosa».
Tras casi siete décadas en Montevideo (Uruguay), la «imponente» “Santa” elaborada por Francisco Asorey para poner de relevancia una imagen «simbólica» y transgresora de la fuerza de la mujer gallega ha regresado a Galicia para participar en la exposición ‘Galicia, un relato no mundo’, que acogerá el Museo Centro Gaiás de la Cidade da Cultura desde este mes de noviembre y hasta abril de 2020.
Autoridades, estudiosos, familiares del autor y representantes de la diáspora en Uruguay, así como el comisario de la muestra, Manuel Gago, han presenciado este lunes el desembalaje de la pieza, que regresa a Galicia por primera vez desde que salió del puerto de Vigo en 1951 con rumbo a la Casa de Galicia en Montevideo, donde continúa presidiendo la sala en la que se reúnen sus gestores.
La ‘santiña’, como la conocen sus propietarios uruguayos, se suma así a un gran elenco de piezas de distintos orígenes que buscan dar testimonio de los nexos de Galicia con otros puntos del mundo, tanto a través de culturas que llegaron a la región a lo largo de los siglos, como de sus lazos proyectados fuera, en particular en el ámbito cultural de la emigración.
UNA ESCULTURA MARCADA POR LA FUERZA Y LA TRANSGRESIÓN
Con casi dos metros de altura y realizada en madera policromada, la ‘Santa’ es una de las piezas más destacadas de Francisco Asorey y una de las obras más significativas del arte gallego del siglo XX.
Su valor radica, entre otras cuestiones, en lo transgresor de la pieza, que a inicios del siglo XX se atrevió a «romper los códigos estéticos» de la época en lo que se refiere a la representación del cuerpo de la mujer y a llevar la imagen realista de una labriega a primera línea artística.
Fue presentada en 1926, en la Exposición Nacional de Bellas Artes de Madrid, donde el autor recibiría la primera medalla por otra obra, San Francisco. Los asistentes, sin embargo, se quedaron sorprendidos por ‘Santa’, una talla que representaba una labriega gallega desnuda, portando un yugo, con evidencias en su cuerpo del duro trabajo diario y que se alejaba de los ideales estéticos de la época.
Casi un siglo después de esta presentación, la «fuerza» de la pieza y su «imponente presencia» siguen estando presentes en esta escultura, tal y como ha destacado Manuel Gago, que ha recordado las «discusiones» generadas en la prensa del momento a raíz de esta escultura. «Dio una bofetada en las conciencias», ha explicado Gago, para quien Asorey «trató no solo de representar una labriega, si no de construir una diosa» a través de un realismo «crudo» que aún no estaba en el arte de la época.
Del mismo modo, el comisario de la muestra ha hecho hincapié en su valor en cuanto al testimonio de la «especial relación» entre Galicia y América en el siglo XX, con el «importante» papel jugado por los centros gallegos y entidades de la diáspora en el ámbito de la cultura, algo que aún «se plasma en el enorme patrimonio artístico que atesoran».
UN TERRITORIO «CONECTADO CON EL MUNDO»
Durante su intervención, el conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, ha explicado que ‘Galicia, un relato no mundo’ busca poner de relevancia como, a lo largo de los siglos, la región «nunca fue un territorio aislado», si no un espacio «conectado con el mundo».
PIEZAS «SIMBÓLICAS» DEL PATRIMONIO MUNDIAL
Esta muestra de «piezas tremendamente simbólicas para reforzar el orgullo de ser gallegos» es la primera de las tres exposiciones que se preparan desde Cultura para conmemorar el Xacobeo 21 a lo largo de los años 19, 20 y 21.
En ‘Galicia, un relato no mundo’ han colaborado entidades de la categoría del Trinity College de Dublin, la Biblioteca Apostólica Vaticana o la Cambridge University Parker Library, entre otras 80 instituciones públicas y privadas, que custodian elementos patrimoniales, documentales o artísticos que, de algún modo, permiten seguir el relato gallego en el mundo.
Entre estas piezas está la célebre Biblia Kennicott, considerado uno de los manuscritos iluminados medievales más importantes del mundo, elaborado en el siglo XV en A Coruña y que da testimonio de la presencia judía en Galicia; o el Libro de las Invasiones, donde se hace la primera mención al guerrero celta Breogán, que llegó a Irlanda desde Galicia.
Asimismo, la muestra también incluye el Mapa de Sawley, uno de los primeros ‘mapa mundi’ enciclopédicos de Europa y en el que se representa Galicia a través de la Catedral de Santiago, el ‘Itinerario de Egeria’ en sus viajes por Tierra Santa o dos ejemplares del Códice Calixtino de la Vaticana y de Salamanca, entre otras piezas.