Por Redacción Cultura
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Del autor René Reeves, doctor en Historia Latinoamericana por la Universidad de Wisconsin-Madison. Es profesor de Historia en Fitchburg State University (Massachusetts, EE.UU.).
Ha impartido cursos de Historia Latinoamericana que abarca la era de la conquista, mujeres, México, la historiografía de los «Diez años de la primavera» de Guatemala, y las revoluciones del siglo XX, así como la esclavitud en el mundo atlántico y el imperialismo estadounidense.
Sus intereses actuales incluyen, entre otras áreas de las coyunturas mundiales, el impacto de la Revolución cubana en los movimientos revolucionarios latinoamericanos de finales del siglo XX.
A fines de la década de 1830, Rafael Carrera lideró una rebelión contra los esfuerzos liberales para expandir el estado y explotar la tierra y el trabajo de los pueblos indígenas.
La rebelión logró destruir el gobierno liberal de Mariano Gálvez e iniciar más de tres décadas de gobierno conservador.
Los liberales no pudieron recuperar el poder y reanudar sus políticas hasta la llamada Revolución de 1871.
En contraste con la década de 1830, los liberales de la década de 1870 y más se enfrentaron solo a la resistencia popular esporádica.
Este libro explica la ausencia de resistencia generalizada a través de un examen del distrito político de San Juan Ostuncalco, que abarcaba los pueblos mames de Quetzaltenango.
Al poner a estos pueblos en el contexto de evento y tendencias a nivel nacional, muestra que por la década de 1870 sectores populares no tenían la voluntad o la capacidad de montar una repetición de la revuelta de Carrera. Cambios en la tenencia de la tierra, la explotación laboral y los fundamentos étnicos del estado que ocurrieron durante la era conservadora, permitieron a una nueva generación de liberales consolidad su poder hasta bien entrado el siglo siguiente.