Mena Massoud en el papel de Aladdin, izquierda, y Will Smith como el Genio en la adaptación con actores de Disney del clásico animado de 1992 "Aladinn". Foto la hora: Disney /Ap.

Por LINDSEY BAHR y CINDY MARTIN
LOS ANGELES
Agencia (AP)

En 1992, Disney transportó al público a la mítica tierra de Agrabah, donde conoció a un vago con corazón de oro, una alfombra voladora, una princesa obstinada y un genio mágico con algunas referencias raras a la cultura pop. Con la música y las letras de Alan Menken, Howard Ashman y Tim Rice, «Aladdin» se ganó el corazón de millones y se convirtió en la película más taquillera del año.

Fue un proyecto ambicioso de animación que rindió resultados y generó décadas de apoyo de los fans, sin mencionar dos premios Oscar y un musical en Broadway. Ahora, siguiendo los lucrativos pasos de «La Bella y la Bestia” y otras cintas animadas hechas de nuevo con actores, el estudio intentará repetir la hazaña con «Aladdin». La película dirigida por Guy Ritchie se estrena el viernes.
¿Pero cómo recrear la magia de «Aladdin» sin la ayuda de la lámpara de un genio?

Bueno, contar con un astro del cine como Will Smith no viene nada mal. Smith accedió a interpretar al Genio. El papel fue originado por el difunto Robin Williams, quien le dio al papel su toque de irreverencia, ingenio y referencias modernas. Pero aun con su buena fe, Smith estaba nervioso. La interpretación de Williams se ha vuelto emblemática en los últimos 27 años, algo difícil de superar.

Smith y los cineastas sabían que rehacer «Aladdin” implicaría inevitablemente un equilibrio entre rendir homenaje a la original y modernizar aspectos de la historia, incluyendo elegir a los protagonistas con un origen étnico apropiado, que pudieran bailar y cantar, cargar a cuestas una gran producción y de paso darle más acción al personaje de la princesa Jasmine.

Encontraron al actor nacido en Egipto y criado en Canadá Mena Massoud para interpretar a Aladdin y a la actriz Naomi Scott, de ascendencia sudasiática, para hacer de Jasmine.

En esta película Jasmine lucha por la igualdad y la oportunidad de ser la sucesora de su padre como sultana.

Incluso tiene su himno de empoderamiento con la nueva canción original «Speechless», escrita por Menken, y los compositores galardonados con el Oscar Benj Pasek y Justin Paul («The Greatest Showman», »La La Land»).

Menken fue el puente entre el pasado y el presente para la producción, y dijo que tuvo que fungir como “guardián de la llama original” y a la vez ser “parte de un nuevo equipo”.

Naturalmente los cineastas querían darle a la producción una sensación de época apropiada para un musical de aventuras que se desarrolla en un país lejano.

«Aladdin» se filmó en un enorme estudio a las afueras de Londres, donde el set de Agrabah se expandió en un área del tamaño de dos canchas de fútbol, y en locaciones en Jordania como la zona desértica de Uadi Rum. A Ritchie no se le pasó el hecho de que «Lawrence de Arabia» también se filmó ahí. Ya que Agrabah es una ciudad ficticia, la diseñadora de producción Gemma Jackson («Game of Thrones») usó elementos de la arquitectura marroquí, persa y turca como inspiración.

En cuanto a los números musicales, la producción más grande para la película es de lejos la secuencia de «Príncipe Alí», en la que Aladdin, con la ayuda del Genio, llega a la ciudad como ellos creen que lo haría la realeza: presumiendo su fortuna, valentía y animales, entre ellos 75 camellos dorados, 53 pavorreales y 95 monos persas.

Ritchie contrató 250 bailarines y 200 extras para crear ese mundo y pidió que se hiciera un camello de 9 metros (30 pies) con 37.000 flores para que Alí lo montara.

Aunque habrá muchísimos toques familiares para el público, desde las canciones hasta la partitura original e incluso algunos diálogos, la película con actores tenía que desviarse de algún modo de la original.

Con una duración de más de dos horas, frente a los 90 minutos de la cinta animada, también hay elementos adicionales de la historia y un nuevo personaje, la doncella de Jasmine (interpretada por la actriz de «Saturday Night Live» Nasim Pedrad). Además, la cinta se inclina hacia la diversidad que uno esperaría de una historia desarrollada en el Medio Oriente, algo importante para Massoud.

Pero al final de cuentas la meta de la película es entretener.

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