Bill Murray, Chloë Sevigny y Adam Driver, de izquierda a derecha, en una escena de "The Dead Don't Die". Foto la hora: Abbot Genser/Focus Features /AP.

Por JAKE COYLE
NUEVA YORK
Agencia (AP)

Jim Jarmusch no tuvo que ir muy lejos en busca de zombis.

“Veo mucha gente desalmada caminando de noche por las calles con la mirada fija en sus teléfonos, sin saber siquiera que están en este mundo”, dijo el director. “A veces quiero sacarlas del camino y decirles, ‘¡Despierta! ¡Despégate de la pantalla!’”.

Desde que se anunció su película “The Dead Don’t Die”, una comedia de zombis protagonizada por Bill Murray, Adam Driver y Tilda Swinton que se estrena el 14 de junio, la expectativa por saber qué estaría tramando uno de los directores con el humor más seco ha ido en aumento. Para Jarmusch, contar una historia actual inevitablemente lo llevó a espíritus malignos con dificultad para comunicarse y caminar, y a George Romero.

El colapso de las estructuras sociales no ha sido bueno para el mundo, pero sí que ha sido una bendición para el cine de terror. Y este verano boreal usualmente una temporada de cine escapista para toda la familia la gran pantalla estará repleta de demonios, asesinos en serie y muñecos poseídos.

La cinta de Jarmusch es más bien una parodia postmoderna del género, por ejemplo, el director destaca que el personaje de Adam Driver sabe que está en una película. Pero más allá de esta cinta, la temporada hollywoodense de las palomitas de maíz viene más aterradora que nunca.

Del Toro, el jefe moderno del terror que estiró el género en nuevas direcciones fantásticas con “El laberinto del fauno” y “El espinazo del diablo”, es uno de los productores de “Scary Stories to Tell in the Dark”, que se estrena el 9 de agosto. El filme dirigido por André Øvredal, es una adaptación de las celebradas historias de terror alrededor de la fogata de Alvin Schwartz.

Los grandes estrenos de verano nacieron del sonido de los gritos en cines repletos. “Jaws” (“Tiburón”) de Steven Spielberg marcó el inicio de la época de los estrenos masivos. Pero la temporada, construida sobre la lucrativa base de los meses de vacaciones de verano para los estudiantes, se inundó con superhéroes, dibujos animados y el ocasional filme de monstruos.

Eso empezó a cambiar con estrenos como “The Conjuring” (“El conjuro”) de Warner Bros. y “The Purge” (“La noche de la expiación”) de Blumhouse Productions, películas de terror con clasificación R (que requiere que los menores de 17 años vayan al cine acompañados de un tutor), las cuales incursionaron lucrativamente en la temporada veraniega de 2013. Aunque las cintas de horror a menudo han gravitado a los meses menos estelares del calendario cinematográfico, éxitos de taquilla como “It” (“Eso”), “Halloween” y las cintas de Jordan Peele “Us” (“Nosotros”) y “Get Out” (“¡Huye!”), han demostrado la capacidad del género de atraer al público popular y alcanzar el estatus de taquillazo.

Nada captura más este nuevo orden que el deslumbrante relanzamiento de “Child’s Play” (“El muñeco diabólico”) de Orion Pictures, la cual se estrenará el 21 de junio, el mismo día que “Toy Story 4” de Pixar. El filme, en el que Mark Hamill (el héroe original de las cintas de verano) hace la voz del muñeco asesino Chucky, publicó el martes un afiche que muestra lo que parece ser el brazo mutilado del Sheriff Woody.

El fin de semana largo en Estados Unidos por el Día de los Caídos (que este año cae el lunes 27 de mayo), el cual marca tradicionalmente el inicio de la temporada de películas de verano, Blumhouse estrenará “Ma” contra “Godzilla: King of the Monsters” (“Godzilla 2: el rey de los monstruos”) y la cinta biográfica sobre Elton John “Rocketman”. Blum compara “Ma”, protagonizada por Octavia Spencer y dirigida por Tate Taylor (“The Help”), con la adaptación de “Misery” (“Miseria”) de Stephen King con Kathy Bates.

La cinta de terror y superhéroes de Sony “Brightburn” (“Brightburn: Hijo de la oscuridad”), que se estrena el 24 de mayo, espera atraer a los seguidores de ambos géneros. Producida por James Gunn (“Guardianes de la Galaxia”), la película empieza como otras de superhéroes, pero toma un giro siniestro: un niño extraterrestre con poderes cae en la Tierra y resulta ser, para ponerlo de una manera amable, difícil para sus padres adoptivos (Elizabeth Banks, David Denman).

Banks dijo que la cinta en realidad es una parábola oscura sobre la paternidad, y que “Brightburn” era para ella una manera de “ver nuestra adoración de los héroes bajo una nueva luz”.

También está por estrenarse la cinta derivada de “Conjuring», «Annabelle Comes Home» (“Annabelle vuelve a casa”) para el 28 de junio, «Crawl» (julio 12), «Brahms: The Boy II» (julio 26) y «47 Meters Down: Uncaged» (agosto 16). Netflix, que ha dicho que «Bird Box» del año pasado fue vista por decenas de millones en la plataforma de streaming, también lanzará «The Perfection» (mayo 24), protagonizada por la estrella de «Get Out» y «Girls» Allison Williams como una música talentosa en problemas.

Pero para muchos el más esperado, o temido por decirlo así, estreno será el de «Midsommar» (“Midsommar: El terror no espera la noche”) para julio 3, la nueva entrega de Ari Aster tras su reveladora «Hereditary». Ampliamente reconocida como la película más aterradora en años, «Hereditary» (“El legado del diablo”), estrenada en junio pasado, resumía la locura acumulada por los terrores hereditarios de una familia con diferentes generaciones. Su distribuidora A24, publicó registros cardiacos de la gente en el cine, revelando montañas gráficas de miedo.

El cineasta ha calificado su historia sobre una pareja estadounidense (Florence Pugh, Jack Reynor) de visita en un festival sueco remoto y raro como “un mago de Oz para pervertidos”, pero dijo que el mejor corolario es “Alicia en el País de las Maravillas”. Como «Hereditary», cuenta una historia personal a través de las exigencias del género. Si «Hereditary» se trataba de una familia, “Midsommar» se trata de una ruptura, Aster la escribió hace cuatro años después de que terminó una relación.

En la pausada «Midsommar», unas vacaciones soleadas de verano se vuelven siniestras. “Es una película de vacaciones”, dijo riendo Aster, quien cree que el público obtiene una especie de catarsis con una buena película de terror.

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