POR DOUGLAS GÁMEZ
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Era la medianoche del jueves y como miles de guatemaltecos más, presenciamos el final de una de las sagas más importantes del cine de los últimos tiempos. Por fin se proyectó Avengers Endgame y con esto culminó una etapa del Universo Cinematográfico Marvel; al salir de la sala del cine casi tres horas después, únicamente pude calificar la película como épica.
La última entrega de Avengers tiene muchas ventajas y a nivel personal, la situaría como un buen ejemplo de lo que debe ser una película de superhéroes o personajes extraídos de los comics.
La historia arranca bastante bien y en el primer lapso agota mucho de lo que vimos en los cortos, dejándote a la expectativa de cómo se desarrollará el resto de la película.
Fue valiente la decisión de los realizadores de atreverse, después del caos ocasionado por Thanos en la Guerra del Infinito, de presentarnos ahora a un grupo de Vengadores cinco años después, derrotados y enfrentando las consecuencias de esto; algunos de ellos tratando de levantarse, creer de nuevo, otros con la vida resuelta, en la oscuridad o básicamente sumidos en una profunda depresión, lo cual nos permitió verlos como a personas comunes y corrientes, no tan heroicos como esperaríamos.
Los segmentos graciosos y divertidos no faltaron durante el resto de la historia.
En cuanto a los comentarios que se difundieron de que la cinta haría llorar a los espectadores, a mi consideración es de los pocos fallos que le encuentro a la película, ya que la Guerra del Infinito contó con segmentos más dramáticos y sentimentales; en Endgame los momentos que debían provocar eso se sintieron forzados.
Pero los últimos minutos de la película son los que le permiten a esta catalogarse como épica, ya que, para mí, que soy fanático de los comics, el conflicto final fue observar un comic, como el de Civil War, pero trasladado a la pantalla grande. Fue una escena por la que valió toda la espera, aguantar sueño, hacer una larga fila para ingresar a la sala, entre otras dificultades.
Fue además gratificante ver en su máximo esplendor a dos personajes que, para mí, habían sido desaprovechados en las cintas previas, me refiero el Capitán América y a la Capitana Marvel.
Steve Rogers, su determinación y capacidad de batalla, lo reivindicaron como el héroe estrella de Marvel Comics, el primer vengador, el que lo inició todo y que por mucho tiempo fue presentado como el estereotipo del soldado estadounidense líder en el campo de batalla; aquí demostró que podía ser más sin la necesidad de esos estereotipos.
Y la Capitana Marvel, que, a pesar de aparecer pocos minutos en pantalla, demostró todo el poder que puede llegar a alcanzar, haciéndola un personaje mucho más heroico, fuerte, decidido y con mucha autoconfianza en sus capacidades; por mucho fue una mejor versión que la Capitana Marvel de la película en solitario que se estrenó hace dos meses.
Avengers Endgame puso el punto final a una etapa del Universo Marvel en el cine, vendrán más películas, puede ser una época de decadencia o bien de mejores entregas, pero no se puede negar que durante 10 años Los Vengadores nos han hecho pasar momentos especiales y entretenidos; este capítulo final no fue la excepción. Si no la has visto ve y disfrútala al máximo.