La cantautora panameña Erika Ender. FOTO LA HORA: Wilfredo Lee/Ap.

Por GISELA SALOMON
MIAMI
Agencia (AP)

La cantautora panameña Erika Ender se considera una artista exitosa: hace lo que ama y vive de lo que ama.

Su nombre aparece en la letra chica de cientos de canciones que interpretan superestrellas como Chayanne, Marc Anthony, Gloria Trevi y Justin Bieber. Y aunque saltó popularmente a la fama en 2017 como coautora del megaéxito “Despacito” de Luis Fonsi, tiene una prolífera carrera de más de dos décadas.

Ganadora de dos Latin Grammy, ha grabado cinco discos en estudio y dos en vivo, y 40 de sus canciones han encabezado las listas de popularidad. Además de cantante y compositora, es actriz, conductora de televisión y filántropa.

Pero detrás de esos éxitos hay escondida también una historia de frustraciones y obstáculos que la fortalecieron.

“Se ven lindas historias de éxito, pero uno no sabe todo lo que hay detrás”, aseguró Ender, de 44 años, en una entrevista reciente con The Associated Press. “Crezco de todo lo que vivo porque trato de encontrar la lección y no el problema; la solución”, aseguró sentada en el inmenso living de un edificio con vista a la Bahía de Biscayne.

Ver lo positivo aún en momentos difíciles es algo que le enseñó su madre desde niña. Lo puso en práctica cuando llegó a Miami a los 22 años en busca de ampliar sus horizontes, y se encontró con una pared que la dejó marcada para siempre.

Era ya una cantante conocida en su natal Panamá y con mucha ilusión tocó la puerta de un colega, pero se encontró con un rotundo no.

“Vete a Panamá que acá estás pasando trabajo por gusto. Tú no sabes cantar ni escribir”, recordó Ender que le dijo aquel hombre conocido en la industria musical, cuyo nombre prefirió no revelar.

“Para mí fue devastador”, dijo la compositora, vestida con un jean azul marino y camiseta negra. “Pero llegué y dije, ‘¿cómo le miro el lado bueno a esto?’”.

Entonces, regresó a la casa de la tía que le ofrecía albergue, se sentó frente a un piano eléctrico y se pasó la noche escribiendo tres canciones. Las grabó y al día siguiente volvió a tocarle la puerta al mismo colega y le pidió que las escuchara.

Lo hizo. “Se le aguaron los ojos y me dijo: ‘usted es una campeona, a partir de ahora esta es su casa’”, rememoró la artista y admitió que, si no se hubiese visto ese primer “no” como algo positivo, no se hubiera atrevido a regresar y probablemente no sería quien es hoy.

A partir de allí siguieron éxitos, y obstáculos también.

Uno de los problemas más duros que debía sortear era el de ser mujer en una industria dominada por hombres, sobre todo porque entonces no estaba bien visto que una mujer le escribiera una canción a un hombre.

“Me tocaba pedirle a algún colega varón que grabara los demos”, expresó Ender, y reveló que les pagaba para que lo hicieran.

Para evitar también que supieran que las canciones eran escritas por una mujer, en lugar de poner su nombre completo, sólo firmaba con la inicial de su primer nombre y su apellido.

Así fue forjándose camino, pasito a pasito, como dice “Despacito”, que describe y simboliza tanto su historia como la de Fonsi, y en la que también participó Daddy Yankee.

Muchos identifican a Ender con “Despacito”, pero fue “Candela”, interpretada por Chayanne en el 2000, la que marcó un antes y un después en su carrera internacional, la que le permitió tener una casa, un carro y vivir de su trabajo.

“Fue la que partió mi vida en dos como compositora”, expresó Ender, quien se define como una mujer organizada y muy disciplinada, hace ejercicios y es “casi” vegetariana.

Entre sus éxitos como compositora aparecen también “Ataúd”, interpretada por Los Tigres del Norte; “Cinco minutos”, por Gloria Trevi; “El único culpable”, de Mijares; “Bésame” de Azúcar Moreno y “100 años” por Ha-Ash y Prince Royce.

Sus temas más recientes incluyen “Donde”, que interpreta con la brasileña Claudia Leitte, y “Tu vida en la mía”, que compuso con el dúo San Luis (integrado por Luigi y Santiago Castillo) y que canta Marc Anthony.

También ha colaborado con los cantantes estadounidenses Akon y Ally Brooke; y con compositores y productores como RedOne, Justin Tranter y The Audibles, cuyos temas han sido grabados por artistas como Lady Gaga, SIA, Rihanna, Maroon 5 y Selena Gómez.

Pero más allá de componer para otros, escribe para ella misma, a manera de catarsis, o para expresar sus propios sentimientos.

“La música tiene esa magia: tú vuelves el dolor en arte, y vuelves el amor en arte”, dijo la artista al explicar que como compositora tiene una sensibilidad especial para poder traducir sentimientos en palabras. “Por eso amo tanto mi profesión, porque me permite de algo que puede parecer no tan bonito, volverlo algo mágico”.

Entre esas experiencias dolorosas que la inspiraron a escribir y luego cantar sus propias canciones, aparecen la pérdida de su útero a temprana edad, dos divorcios, el haber emigrado de Panamá, el haber estado a punto de perder su casa al menos tres veces, la muerte de seres queridos e innumerables “no”.

De ahí nacieron canciones como “El lugar que me vio nacer”, que habla de la importancia de las raíces; “Sigo caminando”, que escribió para darse ánimos en momentos difíciles; y “Cómo hubiera sido”, en la que se imagina siendo mamá.

Para Ender, que vive entre Los Ángeles y Miami y al menos una vez al mes viaja a su tierra natal, su meta a largo plazo es dejar un legado para que, algún día, una niña pequeña se inspire en ella y emprenda su propio sueño.

“Mi mayor anhelo es sentir que pasé por el planeta Tierra dejando una huella muy positiva, que le sirva a mucha gente”, dijo.

Artículo anteriorParamount prepara ‘Summer Loving’ la precuela de la mítica ‘Grease’
Artículo siguienteRegulador de EE. UU. planea audiencia sobre usos del CBD