Por JAKE COYLE
NUEVA YORK
Agencia (AP)

Glenn Close dobla de la risa junto a la puerta de su apartamento en Manhattan mientras su fiel habanero blanco, Pip, da vueltas alrededor de un reportero recién llegado.

Es un momento estelar para ambos. Close, entre las artistas más consumadas que nunca han ganado un Óscar, podría finalmente recibirlo por «The Wife», en la que, irónicamente, interpreta a una esposa deferente (de un aclamado escritor interpretado por Jonathan Pryce) que ha sido por años pasada por alto. Pip, que nunca ha sido postulado, ha desarrollado su propia base de seguidores, en parte gracias a su aparición en el programa «The View». La cuenta de Instagram del perro, bajo el nombre de «Sir Pippin of Beanfield», suma 3 mil 400 seguidores.

Adentro, Close le entrega al reportero una botella de vino tinto para que la abra mientras ella relata cómo horas antes, cuando sacó a Pip a pasear a un parque, una mujer la detuvo para contarle que ella también dejó de lado su profesión por un hombre. Este es el tipo de historias que Close ha escuchado desde que «The Wife» se estrenó y desde que pronunció un impactante discurso de aceptación en los Globos de Oro, donde habló con emoción de cómo su madre se sublimó a su padre, un prominente médico cirujano.

Al parecer todos saben que Close, de 71 años, ha emergido como la favorita al Óscar a la mejor actriz luego que los rumores iniciales favorecieran a Lady Gaga por «A Star is Born». Puede que »The Wife» sea una película independiente modesta (facturó solo 9 millones en taquilla, y se sigue exhibiendo a seis meses de su estreno), pero este finalmente se siente como un momento hecho a la medida para Close, la actriz viva más nominada que nunca ha ganado un Premio de la Academia.

¿Qué significaría un Óscar para ella? Hace una pausa.

«Significaría mucho pero no quisiera que fuera un Óscar por lástima porque he sido actriz durante 45 años», dice Close, cuyos honores previos incluyen tres Tony, tres Emmy y tres Globos de Oro. «La gente ha estado mirando hacia atrás, viendo mi cuerpo de trabajo básico y las seis veces que perdí y cuáles fueron esos papeles. Así que no puedo fingir que es solo por ‘The Wife’, pero siento que todo el mundo está hinchando por mí».

Esto no quiere decir que Close se haga polvo si no gana. «He decidido que si pierdo, miraré a la cámara y diré: ‘Estoy bien'», dice con una sonrisa.

Y lo está. Mucho más que bien, de hecho. Hacer «The Wife» ha sido su propio ejercicio catártico de empoderamiento.

Es un pronunciamiento sorprendente para una actriz que ha sido considerada por décadas una de las intérpretes más versátiles e ingeniosas del cine, la televisión y el teatro. Close, quien afloró de manera tardía, tenía 35 años cuando hizo su primera película. Pero desde entonces ha representado infaliblemente inteligencia y profundidad en todo lo que ha hecho, desde sus primeros éxitos en «The World According to Garp» (“El mundo según Garp”) y «The Big Chill» (“Reencuentro”) hasta «Sunset Boulevard» (dos veces en el teatro, con décadas de separación; y espera hacer una película del musical este año); desde su implacable abogada en «Damages» (“Daños y perjuicios”) hasta su célebre Alex Forrest en «Fatal Attraction» (“Atracción fatal”).

«The Wife», una parábola feminista basada en la novela de Meg Wolitzer de 2003, le llegó hace seis años, poco antes de divorciarse de su tercer esposo, el inversionista de capital de riesgo David Evans Shaw. Cuando se le menciona a Close que no parece el tipo de persona que se sublimaría a otra, la actriz responde: «Oh, no me conoces, en lo personal», y deja soltar una carcajada.

El hecho de que «The Wife» incluya a Close y su hija (quien interpreta una versión más joven del mismo personaje) le da al filme un valor agregado multigeneracional. Close y Starke moldearon juntas el personaje inspiradas en las mujeres de su propio árbol genealógico. Close tuvo en mente ante todo a su madre, quien se casó a los 18 años.

Starke también se basó en su abuela paterna, una química de GE que trabajó en el Manhattan Project antes de ser despedida por haber quedado embarazada. «Sé que ella siempre se preguntó qué hubiese sido si…», dijo Starke en una entrevista telefónica desde Los Ángeles.

«The Wife» se estrenó justo con el nacimiento del movimiento #MeToo. Debutó en el Festival Internacional de Cine de Toronto en septiembre del 2017 y Sony Pictures Classic, pero decidió esperar hasta agosto para lanzarla, a tiempo para la temporada de premios.

«Una de las razones por las cuales nos resultó tan fresca y fuerte fue lo poderosa que es Glenn en las escenas donde ni siquiera está hablando», dijo Michael Barker, copresidente de Sony Pictures Classic. «Es solo su rostro y su rostro ni siquiera es el rostro central en el cuadro. Aun cuando fue unos meses antes de que el movimiento MeToo realmente se notara, fue obvio que el tema era muy urgente e importante».

Close, relajada en un sofá junto a Pip, admite que, al igual que todos, pensó que Gaga ganaría en los Globos. («Voy con las expectativas bajas para mantener la sanidad», dice.) Lo que más le ha gustado esta temporada de premios es la oportunidad de sentarse en la misma mesa con quienes llama sus «hermanas de categoría»: todas las nominadas a mejor actriz.

A lo largo de la temporada, Close ha llevado puesto el anillo de bodas de su abuela, un recordatorio más de las incontables mujeres que, como la protagonista de «The Wife», dejaron de lado sus propias expectativas para servir a sus maridos o familias.

«Ella debió ser una actriz», dice Close, frotando el anillo. «Así que siento que ellas están conmigo».

Artículo anteriorUna versión moderna de la clásica camisa blanca de C. Herrera
Artículo siguienteQuince años del descubrimiento de Lucy, el mayor diamante del Universo