MADRID
Agencia DPA / (Europa Press) –

Eduardo Lago publica su ensayo ‘Walt Whitman ya no vive aquí’ (Sexto Piso), un repaso por varias décadas de literatura estadounidense que incluye en el título «una clara alusión política» a Estados Unidos en la actualidad, a través de la recuperación del poeta del verso libre.

«El sentido primigenio de lo que tendría que ser la democracia americana, encarnado por Whitman, ha sido expulsado de este país», ha lamentado en una entrevista con Europa Press el autor. De hecho, Lago apunta a la llegada de Donald Trump a la presidencia estadounidense como «inicio de esta tragedia».

«Estamos en una fase de la Historia que carece de precedentes, porque (Trump) representa una mezcla de males de distinta estirpe», ha señalado Lago, quien no espera ver reflejado esto en las letras estadounidenses a corto plazo. «Esa novela tardará en llegar», ha añadido.

«La reacción literaria ante los acontecimientos presentes siempre tarda en llegar, incluso décadas, y no creo que esto vaya a ser diferente. Pynchon ya escribió una novela sobre el atentado de las Torres Gemelas (‘Al límite’) y Franzen también abordó la era Obama en su novela ‘Libertad'», ha recordado.

A juicio del escritor, este ensayo refleja «una época dorada que ya pasó y que probablemente no volverá». «Ya no hay los nombres que había antes: no hay un Norman Mailer, no hay un Scott Fitzgerald, no hay un Faulkner, no hay un Hemingway…y si los hay, esos Hemnigway del futuro son escritores que yo no conozco. El libro en cierta forma es un homenaje a una potencia desmesurada de un país durante una etapa que ya ha terminado», ha señalado.

UN ESTALLIDO SALVAJE

El libro de Lago se divide en varias etapas, autores y temáticas. Por ejemplo, al principio enfrenta la ‘complejidad’ de la narrativa de autores como Foster Wallace frente a la ‘sencillez’ adoptada por otros, encabezados por Jonathan Franzen. También hay espacio para un apartado de escritoras –Toni Morrison, Annie Proulx…– o ganadores del Pulitzer –Junot Díaz–.

Sin embargo, el propio Lago apunta a que el punto de partida es «el estallido salvaje y feroz» que surge en las letras americanas entre 1850 y 1855, con obras como ‘Moby Dick’ o ‘La letra escarlata’. «Para mí, esa es la clave, más allá de sencillez o complejidad: Faulkner no se entiende sin Hemingway, y lo mismo ocurre con Raymond Carver, que es sencillísimo», ha señalado.

LA GRAN NOVELA AMERICANA

Todos ellos, en un momento u otro, han buscado aquello que se ha dado en llamar ‘la gran novela americana’, una «etiqueta ridícula» de la que el autor explica su origen. «Vino de un escritor a finales del XIX, ya olvidado, que se refería a algo muy distinto y menos prepotente de lo que se interpreta: una novela que tratara de explicar la realidad complejísima de un país», ha matizado.

Lago hace un inciso en uno de sus capítulos para rescatar a mujeres importantes en la escritura estadounidense y que han sido ‘marginadas’ por algunos críticos y autores. «Foster Wallace eligió su canon con cuatro escritores, Harold Bloom igual…hay autoras de gran magnitud y, de hecho, creo que lo más interesante que hay ahora en la literatura norteamericana viene de escritoras», ha indicado.

Además, también señala la «anomalía» reciente que ha supuesto que el último autor estadounidense con el Premio Nobel de Literatura sea Bob Dylan. «Me pareció una libertad genial: es una forma de sacar a la literatura a la calle y del corsé académico de aquellos que están en su propia celda sin pensar en nada más», ha destacado.

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