Por BERENICE BAUTISTA
CIUDAD DE MÉXICO
Agencia (AP

Las canchas y los vestidores del fútbol tuvieron un infiltrado en los últimos cinco años: Gaz Alazraki, director y productor ejecutivo de la celebrada comedia de Netflix “Club de Cuervos” sobre un equipo mexicano de fútbol, dice que no es admirador de este deporte.

“No, al contrario, no me gusta para nada aunque lo conozco muy bien porque en mi casa era de lo único de lo que se hablaba todos los domingos”, dijo Alazraki en una entrevista telefónica reciente.

Su idea original para la serie, que hoy estrena su cuarta y última temporada, era hacer una sátira del fútbol que planteara la pregunta de “¿a quién le vas cuando le vas a un equipo?”, señaló.

Los negocios turbios de los dueños del equipo, sus fiestas desenfrenadas, el uso de esteroides de sus jugadores y muchas situaciones comprometedoras más presentadas en la serie hicieron que el entusiasmo de futbolistas y equipos de la vida real por participar en ella decayera para la segunda temporada. Unos no estaban de acuerdo con las críticas, otros estaban dispuestos a soportarlas.

Pero si bien esta es una serie de comedia, la realidad del fútbol mexicano no se aleja de la ficción. A las sanciones de la FIFA por el grito homofóbico de la afición, se suman el escándalo de la selección mexicana previo al Mundial de Rusia 2018 por una revista de farándula que publicó fotografías de una fiesta de despedida con supuestas escorts, algo similar a lo que pasó con la selección Sub 22 en 2011 en un hotel de Quito, o a la imagen del ex director técnico Miguel Herrera agrediendo a un periodista en un aeropuerto.

“Es de las cosas que a mí más risa me da de la narrativa del deporte, que esté mal visto que deportistas profesionales hagan fiestas con prostitutas. Yo digo, ¿por? ¿Si actores famosos lo hacen o empresarios lo hacen, ¿por qué está mal visto que un deportista lo haga?”, señaló Alazraki. “Es porque se espera que los deportistas sirvan como un rol de ejemplo para los hijos… El deporte es algo que aleja a los niños de los vicios y entonces los atletas tienen que cumplir con esa función y si no pues rompen un mito”.

Pero no todo es vicio en “Club de Cuervos”, la primera producción de Neftlix realizada fuera de Estados Unidos. El servicio de streaming buscaba replicar el fenómeno de “House of Cards” y “Orange Is the New Black”, pues del éxito de la serie dependía que se hicieran más experimentos similares.

Una de las peculiaridades de la serie son los fans que ha sumado alrededor del mundo a pesar de estar hablada en español y de que se desarrolla principalmente en el pueblo ficticio de Nuevo Toledo. Para Alazraki es algo positivo que se refleje la diversidad del idioma español en sus personajes con acentos variados y un lenguaje propio.

“Me encanta la paleta de colores que te ofrece la diversidad de acentos. Mínimo en el México que a mí me toca ver, yo veo que hay muchos extranjeros, desde españoles a argentinos y colombianos que viven en México y tienen carreras ya sea a nivel artístico, empresarial o deportivo. ¿Por qué eso no llega eso a la pantalla de nuestros programas o películas?”.

“Cuervos” no solo llegó a su cuarta temporada, también tuvo el spinoff “La balada de Hugo Sánchez” mientras que Netflix ha hecho cada vez más producciones internacionales y planea llegar a 100 en los próximos años. La plataforma alcanzó 130 millones de subscriptores en 2018.

“El trabajo que hicimos creo que no desilusionó, funcionó, y entonces se abrió Netflix para producir en otros países y encontrar más modelos de éxito”, dijo Alazraki, para quien la experiencia fue una especie de graduación al tener una producción de tal magnitud y con tanta gente involucrada.

Ahora siente que le “urge” regresar al cine, aunque no descarta seguir produciendo televisión.

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